Cada vez más estudiantes deciden irse al extranjero un año antes de comenzar la universidad. Con ello aumentan su autonomía a la vez que aclaran sus dudas hacia dónde orientar sus estudios. Se trata de una experiencia que no solo es beneficiosa para el crecimiento personal de los estudiantes, también tiene un impacto directo en su carrera académica y en su futuro profesional. Las empresas cada vez valoran más a los jóvenes abiertos al mundo, con capacidad para desenvolverse en un entorno cada día más globalizado.
El GAP year
En algunos países europeos como Francia, Inglaterra o Alemania es bastante frecuente que los adolescentes decidan marcharse al extranjero antes de empezar sus estudios universitarios; y en Estados Unidos, lo hacen casi la mayoría. En España esta opción está tomando cada vez más fuerza y en los últimos cinco años se ha incrementado en un 53 % el número de jóvenes entre 18 y 19 años que viajan a otro país para aprender otro idioma o realizar algún voluntariado.
El parón académico ayuda a aquellos alumnos que se encuentran indecisos sobre lo que desean estudiar, ya que al regresar mejoran su rendimiento académico porque tienen las ideas más claras. Por otro lado, vivir en el extranjero durante un tiempo les hace tener una perspectiva más global del mundo. Comprenden cómo vive la gente de otras culturas, desarrollan su autonomía y aprenden a gestionar su propio dinero. Por otro lado, 9 de cada 10 estudiantes que han realizado una actividad fuera de su país afirman que la experiencia les ha servido como un valor añadido a la hora de buscar trabajo.
La mayoría de los estudiantes que se cogen este año sabático aprovecha para aprender un idioma. Algunos de ellos lo compaginan con un trabajo y así ganan dinero. Cuidar niños como au pair, trabajar en una tienda o en el sector hostelero o realizar prácticas para reforzar el currículum son algunas de las actividades más demandadas. Aquellos adolescentes a los que les gusta la aventura deciden viajar de mochileros explorando varias ciudades y nuevas culturas. Otros, por el contrario, deciden utilizar este año para ayudar a la gente más desfavorecida, ya sea trabajando en un orfanato en Perú o construyendo una escuela en Nepal. Existen muchas oganizaciones que incluyen estudiantes voluntarios en sus equipos.
Actualmente existen agencias de idiomas especializadas en la organización de un Gap Year. En ellas tienen en cuenta el perfil de tu hijo, sus aficiones y gustos, para orientarle y organizar el año según sus objetivos. Puedes informarte en Education First o en The Georgian Manor House.