La granada es una de las frutas estrella del otoño. Sin embargo, la dificultad para extraer sus granos hace, muchas veces, no la incluyamos en la dieta.
Esta fruta, además de ser baja en calorías, es rica en minerales, como el potasio, el magnesio, el zinc, el cobre, el fósforo o el hierro, y en vitaminas de los grupos A, B y C, además de ser una importante fuente de fibra.
La principal razón por la que no se toma tanto como debería, es la dificultad para desgranar esta fruta, que nos hace invertir un buen rato antes de poder disfrutarla. Tenemos un truco que te ayuda a evitar este problema.
Desgranar la granada en muy poco tiempo
Lo primero que debes hacer es colocar la granada sobre una tabla de cortar y partirla por la mitad.
Sujétala con la mano y colócala sobre un bol con los granos hacia abajo.
Golpea toda la superficie de la piel con la maza de un mortero o con una cuchara de madera y verás que los granos se desprenden muy fácilmente y caen al bol bajo la fruta.
Una vez desgranada por completo solo tendrás que quitar las finas pieles que quedan pegadas a los granos y que podrían aportar un sabor amargo.