Revista Mía

Cómo limpiar el polvo... y que dure

¿Estás cansada de estar limpiando constantemente el polvo de tu casa? Aunque parece una tarea fácil, no lo es. Sigue nuestros consejos para limpiar el polvo y que la limpieza dure más de una semana.

¿Estás cansada de estar limpiando constantemente el polvo de tu casa? Aunque parece una tarea fácil, no lo es. Sigue nuestros consejos para limpiar el polvo y que la limpieza dure más de una semana.

Del algodón

Las tapicerías o las cortinas de algodón, pueden limpiarse de polvo pasándoles, simplemente, un trapo humedecido en agua con vinagre blanco.

Las alfombras y moquetas, cuando tienen mucho polvo, se espolvorean bien con serrín humedecido si son de color claro, o con posos de café húmedo, si el tejido es de color oscuro. Se deja secar una noche entera y se pasa el aspirador a máxima potencia en el sentido contrario del pelo o de la veta del tejido. Después, se barre con una escoba de paja o se frota con un cepillo de cerdas duras, esta vez en el sentido del pelo.

Del cuero

Lo más efectivo es pasarle un trapo de lana humedecido en agua caliente, en la que habremos disuelto unos chorritos de aceite corporal (de bebés).

Cuando las tapicerías de piel y cuero estén muy sucias, pueden limpiarse con un jabón especial que se vende en droguerías y se llama Saddle Soap. Conviene aplicarlo con una esponja húmeda (o con una brocha como las de afeitar) y haciendo bastante espuma. Después, se retira con un trapo blanco limpio ligeramente humedecido.

Del corcho

Basta pasar a diario una mopa de lana rociada con algún producto antiestático en spray. Sin embargo, para que el polvo tarde más tiempo en posarse, se puede fregar con agua y un jabón de pH neutro.

Otra opción es hacer una infusión con 250 g de salvado en dos litros de agua y limpiar con ella el suelo extendiéndola con un trapo muy escurrido. Si sois de los privilegiados que tenéis un robot en casa, podréis prolongar aún más la limpieza.

Si el corcho no está barnizado atrae mucho más rápidamente el polvo, por eso, conviene darle una capa de aceite de linaza. Se deja secar unas horas y se retira lo que no haya absorbido con un trapo de algodón.

De la madera barnizada

Se hierve agua y se echa en ella un par de cucharadas de glicerina, se derrite bien, se mezcla y se introduce el trapo del polvo. Pasados unos 15 minutos se saca y se deja secar así. Con este trapo limpiamos el polvo de los muebles barnizados y encerados.

De la madera natural

Si pasamos un trapo húmedo, el polvo se pegará a la madera porosa y se ensuciará aún más, por eso, hay que pasar una gamuza antiestática o el aspirador a máxima potencia. Después, y si la madera está muy ennegrecida, ya sí se puede frotar con un trapo ligeramente humedecido en agua templada con vinagre blanco.

Del mimbre

Lo mejor es fregarlo con una esponja mojada en una solución de agua caliente y sal gorda (en una proporción de tres cucharadas por litro, aproximadamente). Después, se pasa un trapo con alguna espuma de las habituales para limpiar la madera.

Si el mueble está muy sucio y el polvo lo ha ennegrecido habrá que frotarlo con agua y jabón neutro.

De las paredes

No conviene utilizar solamente detergente, es mejor hacer una mezcla con dos litros de agua caliente, ¼ litro de leche, un chorro de aguarrás y otro de jabón líquido. Se limpia la pared con un trapo mojado en esta mezcla, muy bien escurrido, cambiando la preparación en cuanto se ennegrezca y aclarando después bien con un trapo mojado simplemente en agua.

De los tejidos artificiales

Estos tejidos acumulan mucha electricidad estática y ésta atrae más cantidad de polvo. Para evitarlo, se limpia frotando con un trapo mojado en agua con vinagre y, después, se pasa un cepillo mojado en suavizante de la ropa, ligeramente diluido en agua.

Trucos estrella

- Conviene humedecer ligeramente el trapo que utilices para limpiar el polvo. Así, además de no levantar polvo, éste quedará atrapado en el trapo en vez de ir trasladándose de un mueble a otro.

- Cuando limpies muebles de madera, utiliza un trapo de lana o una gamuza impregnada con glicerina. Con este truco se retiene mejor el polvo al tiempo que se abrillantan los muebles. Siguiendo esta idea hay quien, en vez de tirar los guantes viejos de lana, les da un baño de agua con glicerina y una vez secos, se los pone y va limpiando el polvo de toda la casa.

- La electricidad estática de la televisión hace que sea uno de los objetos de la casa que atrapa más polvo. Si una vez retirado el polvo de la pantalla le pasas un algodón empapado en alcohol de quemar, tardará mucho más tiempo en volver a cogerlo.

- Para quitar el polvo a los tejidos que no pueden lavarse, una buena opción es espolvorearlos con bicarbonato (o con polvos de talco), dejarlos así unas horas y pasarles el aspirador con una boquilla pequeña. Luego se les pasa un cepillo enérgicamente. Si has echado demasiada cantidad de polvos y se ha quedado mate, los puede frotar con un trapo humedecido en agua caliente con vinagre.

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