Silvia Marsó: “Invitaría a comer mi tortilla de patatas a Concha Velasco, una mujer a la que admiro mucho”
La actriz catalana ha estrenado la obra de teatro La Florida, en las Naves del Español, en Madrid. Estreno que coincide con otro espectáculo musical Blues&Roots, homenaje a la música negra, junto a Dani del Toro, en el madrileño Teatro Infanta Isabel. A partir de este mes comenzará su gira por toda España con ambos espectáculos.
Silvia Marsó es una mujer a la que los años no parecen pasar por ella. Enérgica, vital, optimista, trabajadora y entusiasta. Todo eso es lo que le hace mantenerse así de jovial. Ha vuelto a subirse a las tablas de un escenario con la obra de teatro La Florida, en la que interpreta a Lola Fargas, una artista venida a menos, y donde se abre en canal con sus sentimientos. Lola es un personaje que permite al espectador disfrutar de la maravillosa voz que tiene la actriz, lo que la ha llevado a crear otro espectáculo musical bajo el título de Blues&Roots junto a Dani del Toro, en el que hacen un homenaje a Lorca y al blues. La Florida estará en las Naves del Español, en Madrid, hasta el 22 de enero. Después, saldrán de gira por toda España.

¿Qué te encandiló de Lola, tu personaje en ‘La Florida’, y qué tardaste en decir que sí a este proyecto?
Pues me encandiló la manera de escribir de Víctor Sánchez Rodríguez. Él sabe mezclar como nadie lo más profundo y poético con lo más gamberro, con un humor diferente y especial. Todos los personajes de La Florida son maravillosos. Me atrajo el proyecto en sí, no concretamente mi papel.
Con una trayectoria tan larga como la tuya, parece casi imposible hacer algo nuevo.
Bueno, he interpretado personajes emblemáticos, como Doña Rosita la soltera, Yerma o Nora, de La casa de muñecas, personajes todos que se estudian en las escuelas de interpretación, porque son referentes para cualquier actriz. Y embarcarme en un proyecto contemporáneo, con un autor joven, con una visión tan diferente del teatro y tan innovadora, que mezcla tan bien la comedia y el drama, me parece una apuesta interesantísima.
¿Has sufrido mucho hasta llegar donde has llegado profesionalmente?
He renunciado a muchas cosas, como estar con mi familia en mi tierra natal, quedarme sin vacaciones... pero es que me gusta tanto mi profesión que no ha sido un sacrificio. He tenido suerte, porque, desde muy jovencita, no he parado de trabajar. Aunque hubo un momento en mi vida en el que renuncié a la popularidad y a suculentos contratos en televisión para dedicarme al teatro, que es más sacrificado y requiere mucha más humildad.
¿Qué trabajo te trajo el éxito?
Habría que preguntarse qué es el éxito. Para mí, es llevar cuarenta años en el escenario y haber interpretado a más de cien personajes. El éxito es seguir trabajando y seguir aportando al público algo que le pueda interesar. Es seguir apostando por proyectos innovadores, cada vez más difíciles y siempre buscando el reto, el más difícil todavía.
¿Has tenido que hacer cosas que no te gustan?
No. Bueno, al principio, sí, cuando era jovencísima, pero después ya no. Pero hablo de proyectos que no estaban bien dirigidos o que no tenían un buen guion. Para mí, el dinero no es lo prioritario, sino la calidad.
"He renunciado a muchas cosas en mi vida, pero me gusta tanto mi profesión
que siento que no he sacrificado nada."
En ‘La Florida’, se habla de mentiras. ¿Tú has tenido que mentir en tu vida?
No. Y, si alguna vez he dicho alguna, era una mentira piadosa. No me gustan las mentiras. Dos de las cualidades que más admiro en la gente y más me hacen querer a un ser humano son la sinceridad y la honestidad.
Lola, en el escenario, tiene que hacer una tortilla de patatas. ¿A quién invitarías a comer tu tortilla de patatas?
A Concha Velasco, por ejemplo, que es una mujer a la que admiro mucho y una actriz con la que me habría encantando trabajar.
¿Eres buena cocinera?
Mi hijo me dice que soy muy buena cocinera. Y, siempre que hago alguna comida de amigos, quieren venir todos, así que debo serlo.
En ‘La Florida’, también se habla del miedo a quedarse en silencio. ¿A ti te gusta el silencio?
Yo siempre estoy escuchando música. Lo que no me gusta es el ruido. Ahora está de moda que, en los restaurantes, haya música y, cuando uno va a cenar, lo que quiere es charlar con los amigos. Creo que, en nuestra sociedad, deberíamos valorar más el silencio.

El reparto de la obra de teatro La Florida, además de por Silvia Marsó, está formado por Amparo Fernández, Vito Sanz, Francisco Reyes y Lorena López.
En cualquier caso, ¿qué canción elegirías de fondo para una charla con amigos?
Cualquiera de jazz o bossa nova o cualquier música que sea suave y tranquila. ¿Sabes que ahora estoy haciendo un espectáculo de música?
‘Blues&Roots’, ¿verdad?
Sí. Me estreno como directora de escena. Es un concierto teatralizado sobre el blues. He adaptado el poema El rey de Harlem, de Lorca. Es algo mágico. Creo que ha sido el propio Lorca el que me ha inspirado, porque Lorca ha estado presente en toda mi carrera. Dani del Toro me vio en Tu cara me suena imitando a Luz Casal y, a partir de ahí, surgió nuestra colaboración. Así surgió Blues&Roots, un viaje por las raíces del blues y de las canciones que cambiaron el mundo.
¿Está entre tus proyectos grabar un disco?
Sí, pero más adelante. Y no para entrar en la industria, sino para dejar constancia de este trabajo que estamos haciendo, porque creo que es interesante haber dado música a este poema.
Tantos proyectos que una necesitaría otra vida para todos... ¿Crees en la reencarnación?
No, yo no creo en la reencarnación. Pero no sabría elegir otra vida, porque, por mucho que admires a una persona, nunca sabes si es feliz. No pediría ser en otra vida, por ejemplo, María Callas o Teresa de Calcuta, gente a la que admiro, porque sus vidas también han sido duras.

Silvia Marsó junto a sus compañeros del espectáculo musical Blues&Roots, que ha estrenado en el teatro Infanta Isabel de Madrid.
Uno de los papeles importantes de tu vida es el de madre. ¿Cómo es tu experiencia con la maternidad?
Ser madre es una de las cosas más hermosas. Que un ser humano dé vida a otro ser humano es algo que nadie debería perderse. Pero también me da pena la gente que no puede. Por eso hay que ser muy prudente cuando se habla de esto. Yo interpreté a Yerma, una mujer que se vio frustrada hasta llegar a la locura por no haber podido ser madre. En aquellos años, no se sabía por qué no podía ser madre. Ahora, la ciencia ha avanzado muchísimo. Yo venero la maternidad, es algo que te conecta con el universo, con la vida.
Estás estupenda. ¿Cómo lo haces?
Es genética, porque llevo tres meses sin ir al gimnasio. Suelo ir tres veces por semana. Pero influye mucho la mente. El estar creando y buscando proyectos y haciendo cosas y entusiasmándome me mantiene joven.
¿Dónde te escaparías si te fueras de vacaciones?
Me apetece mucho conocer la selva amazónica. Siempre me ha llamado la atención, desde pequeña, y nunca he estado.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Voy a clases de canto, leo, voy al cine, al teatro...
Ahora estoy muy centrada en las dos obras con las que haré gira por toda España a partir de enero.
¿Tienes hueco para otro proyecto más?
No soy partidaria de diversificar tanto. Me gustaría centrarme en lo que estoy haciendo ahora y disfrutarlo.