No todas las polveras que existen en el mercado son bronzing powders. “Se diferencian de las bases compactas y de los polvos traslúcidos porque tienen una tonalidad anaranjada o terracota y porque están concebidos para corregir un tono cetrino. Además, poseen pigmentos dorados (incluso los más mates) para conseguir lo que los maquilladores suelen denominar bonne mine (buen aspecto)”, aclara Gato, maquillador oficial de Maybelline. En realidad, precisa Aitor Cuní, maquillador oficial de Rimmel London, poseen más masa colorante. “Muchas veces están enriquecidos con pigmentos minerales que crean un bonito efecto aterciopelado”.
Por todo el rostro
Aquí las opiniones se dividen. Gato dice que está bien para lograr un tostado uniforme si se trabaje con una brocha XXL y se retoca cuello y escote. Pero Cuní aconseja ponerlos justo donde la cara se broncea naturalmente: pómulos, sienes y un toque suave en frente y barbilla.Si te has pasado y el bronceado de pega resulta artificial, retira el sobrante pasando un brocha limpia.
Dar con el color
El deseo por conseguir un moreno instantáneo nos hace elegir tonos demasiados oscuros. Pero según indica Cuní, no hay que exceder en más de un tono del color natural de la piel. De esta manera, precisa el otro experto, siempre puedes modular la intensidad, “si fueran más claros, no podrías broncear o realzar”. Como norma general, las pieles claras necesitan polvos de sol con matices rosados; los dorados van bien a las pieles aceitunadas, y los cobrizos quedan reservados a las más oscuras.
Son para el verano
No exclusivamente. Se pueden usar en cualquier época del año siempre que se cuide técnica e intensidad. “En invierno da toques sutiles y en verano carga las tintas y perfila, precisa Cuní. ¿Una opción que siempre funciona? “Impregna una brocha y contornea la cara. Cuando quede poco producto, da una pasada por el rostro, depositando una fina capa”, explica Maite Tuset, senior artist de M.A.C.
¿Incompatible con el autobronceador?
Autobronceador y sol en polvo se llevan a la perfección. “Con el primero aumentas en uno o dos tonos el color de la tez, mientras que el segundo ayuda a tener una piel bronceada y esculpida”, precisa Cuní. Aplica autobronceador específico cada 4 días y sol en polvo a diario para potenciar el efecto”, aclara Gato.
El momento
Hay que ponerlos después del tratamiento y de la base de maquillaje. “Si queremos fijación y un buen resultado, la piel tiene que estar preparada”, aclara Cuní. Por su parte, Gato insiste que se trata de un producto de acabado que se debe poner sobre piel seca para que los polvos se deslicen sin problema. Si la piel está sobresaturada de crema, corres el riesgo de que los polvos no se extiendan y formen manchas. “Para evitarlo, dice Tuset, pon una capa previa de polvos traslúcidos”.
Sin diferencia
Tostar el rostro y no colorear cuello y escote es un error. “La idea es crear una imagen armoniosa”, dice Gato. Además, aclara Cuní, es un recurso muy utilizado para tener un look glow veraniego, sobre todo si el polvo bronceador tiene brillo irisado.Dejar diferencia entre rostro y cuello te hará parecer marciana. Da un brochazo en la mandíbula, cuello, escote y clavículas.
Regla del tres
"Es una fórmula de aplicación casera acertada”, aclara Cuní. Consiste en difuminar el producto como si se dibujara ese número en la cara. Se empieza en la sien, se incide en el pómulo y se termina en el mentón. Es decir, realzar las zonas que el sol broncearía de forma natural.
Soy morena
También puedes utilizar polvo bronceador, pero en tu caso, aclara Cuní, elige un tono medio o tostado que te ayude a enfatizar la piel canela.
Acabado fresco
Caer en un resultado artificial es fácil. Para evitarlo, Gato aconseja poner polvos en los puntos donde el sol incide (nacimiento del pelo, mitad de la mejilla y puente de la nariz). Después, sacude la brocha y difumina para conseguir un efecto soleado.
Polvos minerales
En la imagen: Polvos minerales, Bronzing Duo SPF 15 (40 €), Clarins.
Polvos solares
En la imagen: Polvos solares Glam Bronze La Terra (14, 95 €), L’Oréal Paris.
Bronzing Powder
En la imagen: Bronzing Powder (28 €), M.A.C.
Terra Poudre
En la imagen: Terra Poudre Bronzante (50,60 €), Guerlain.
Polvos de sol
En la imagen: Polvos Dream Sun (8,99 €), Maybelline.
Maxi Bronzer
En la imagen: Polvos para cara y cuerpo Maxi Bronzer (10,90 €), Rimmel London.
Polvos finalizadores
En la imagen: Glow Finishing Pressed Powder (15,50 €), Sephora.
Bronzer
En la imagen: polvos bronzer (47 €), Shiseido.
De edición limitada
En la imagen: de edición limitada, Illuminating Bronzing Powder (39 €), Bobbi Brown.