Personas de todo el mundo recurren a expertos en hechizos de amor para encontrar a su alma gemela, arreglar relaciones tensas o para recuperar a su ex. Estos hechizos, en su mayoría, se basan en antiguas tradiciones y creencias transmitidas a través del tiempo.

Se pueden realizar mediante diversos métodos, como conjuros, rituales, amuletos y pociones. Además, algunos hechizos requieren plantas, cristales u otros objetos. Mientras que otros solo se basan en la fuerza y la intención de tus palabras. La idea de que los hechizos de amor tienen poder proviene del concepto de que uno puede afectar a los sentimientos y el comportamiento de otra persona haciendo ciertas cosas o diciendo cosas específicas.

Aunque los hechizos de amor son tema de debate y controversia, algunos expertos, como el psiquiatra francés, Tobie Nathan, afirman que pueden ser efectivos. "No nos enamoramos al ritmo de encuentros ni nos cautiva el atractivo de un cuerpo; tampoco el rostro, ni la belleza del alma es lo que nos enamora, sino que somos objetos de una deliberada captación. Talismanes, pócimas, perfumes, oraciones, ritos, palabras esotéricas, alimentos o brebajes son parte de los métodos para despertar el enamoramiento", cuenta el experto en su libro llamado "Embrujos de amor".

Si bien Nathan es una figura controvertida, se posiciona como el principal exponente de la "etnopsiquiatría", un área que se enfoca en entender a los pacientes y sus enfermedades considerando el entorno cultural y social de donde vienen. Esto puede significar incluir rituales en los tratamientos tradicionales que se les ofrecen.
"Sin embargo, hay que tener mucho cuidado porque lo que consiguen estos hechizos, al menos al principio, no es un amor razonable y estable, sino una pasión desmedida", señala en su libro y agrega: "Los antiguos griegos tenían dos palabras: filia, el amor durable, que también puede traducirse como amistad, y eros, la pasión, el deseo en su forma pulsional, la locura amorosa. Evidentemente, la magia amorosa busca producir eros. Mientras el amor razonable, el que reúne a dos personas en el seno de una pareja en un proyecto familiar, puede ser resultado de una reflexión y revelarse fundado en la razón".