Sol, naturaleza y seres queridos…¿Qué más se puede pedir en unas más que merecidas vacaciones de verano? Pues nada, y si no, que se lo digan a Alba Brunet. La actriz, que suele ser bastante hermética con su vida privada y cuida mucho de su intimidad, ha compartido a través de sus rede sociales algunas instantáneas de los días de descanso que está viviendo, antes de afrontar la nueva temporada de Sueños de libertad, que, seguro, vendrá con muchas sorpresas.
En las fotografías, vemos a la actriz mallorquina disfrutando de varios momentos junto a su chico, el también actor Pep Ambrós, con quien suele acudir a eventos como festivales de música o cenas con amigos. En otra de la historias que ha subido a su perfil en esta conocida red social, la vemos disfrutando de un buen libro al aire libre en una cómoda hamaca. Si es que nuestra Alba Brunet sabe cómo sacarlo provecho a la vida...y al verano. Y es que, no es la primera vez que vemos a la intérprete mallorquina disfrutando de la montaña, el mar, es decir, de la naturaleza. Desde aquí, solo deseamos que disfrute de estos días y que regrese al rodaje de la ficción diaria de Antena 3 con las pilas cargadas, porque se lo merece.
Y es que con más de 100 episodios a sus espaldas, Sueños de libertad entra en un nuevo ciclo. La ficción creada por Beatriz Duque y Verónica Viñé (y que adapta la telenovela turca Fugitiva) ha terminado ya el rodaje de su primera temporada. Es más, no solo Alba, sino el resto de los actores han comenzado unas merecidas vacaciones. Ha sido el actor Alain Hernández, quien encarna a Jesús en la ficción, el que ha compartido imágenes de cómo el reparto ha celebrado el fin de esta primera temporada.
Hernández ha mostrado la alegría que hay por parte del reparto por los datos de la ficción, que encara el futuro con optimismo. “La última (de momento) y la primera foto. Ocho meses y pico, de la una a la otra. Menudo viajazo de temporada y menudo currazo nos hemos pegado. Admiración absoluta por todo el equipo técnico cada día y todas las horas al pie del cañón y, sobre todo, al equipo artístico. Admiración a esa familia, por darlo todo delante de la cámara en plató, en el set y detrás de la cámara estudiando 1.500 horas en casa las 1.500 secuencias que hemos grabados”, escribe.
