Siempre vemos fallos en las personas que nos rodean y los culpamos de los contratiempos a los que nos enfrentamos diariamente. Y es que nos pensamos que nosotros no tenemos ningún fallo y que son los demás los que se equivocan.
Esto ocurre porque no tenemos la misma implicación emocional con unas personas y con otras, por lo que en la mayoría de las ocasiones criticamos actuaciones que normalmente acabamos haciendo nosotros. Como ya dijo el famoso refrán, tendemos a ‘ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio’.
La solución está en la ‘ley del espejo’, explicada por el coaching Yoshinori Noguchi en su libro del mismo nombre. Como asegura el autor, “la realidad de nuestra vida es el espejo que refleja nuestro corazón. Es la ley del espejo, donde ocurren acontecimientos que sintonizan exactamente con nuestro interior”.
Por lo tanto, lo primero que tenemos que hacer es mirar en nuestro interior cuáles son las actuaciones malas que llevamos a cabo durante el día y cambiarlas. Así, veremos que no solo los demás hacen cosas que nos molestan, sino que nosotros también podemos incomodar a otras personas.
Otro de los puntos importantes de esta teoría es el perdón, que comienza en uno mismo. Esto es importante, pues “si siento resentimiento hacia alguien y me digo que ¡no se lo puedo perdonar!, no conseguiré nunca la paz interior”, afirma Noguchi.
Esta tarea se puede llevar a cabo más fácilmente a través de una lista, en la que podemos reflejar las cosas que nos molestas de los demás, para poder llegar a un equilibrio emocional con nosotros mismos primero, y con las personas de nuestro entorno después.
Todos estos pasos nos harán avanzar y conseguiremos alejar el rencor que sentimos. Como asegura Noguchi, “utilizando esta ley, muchas personas han conseguido cambiar una situación actual adversa y hacer realidad la situación deseada”. Solo tenemos que proponérnoslo.