En un mundo donde cada decisión parece estar influenciada por fuerzas externas, desde la música que escuchamos hasta los productos que compramos, los supermercados han perfeccionado el arte de manipular nuestras elecciones de compra. La disposición de las secciones, la ubicación precisa de los productos en los estantes y hasta el color de las etiquetas, todo está meticulosamente planeado para incitar a los consumidores a gastar más de lo que inicialmente habían previsto.
Recientemente, una cuenta de TikTok, Niwsion Neuromarketing, ha sacado a la luz algunos de los secretos detrás de la estrategia de ventas de las cadenas de supermercados. Revelaciones impactantes como la ubicación estratégica de la fruta en la entrada, mientras que el pan se encuentra al fondo del establecimiento, son solo la punta del iceberg en el complejo mundo del neuromarketing aplicado al comercio minorista.
¿Alguna vez te has preguntado por qué las frutas y verduras se encuentran justo al entrar al supermercado? La respuesta está en aprovechar ese momento en que el carrito está vacío, predisponiendo a los consumidores a llenarlo con productos frescos y, por qué no, algunos más. Además, la presentación cuidadosa de estos alimentos refuerza la percepción de frescura y calidad, estimulando aún más las compras.
Pero la manipulación no termina ahí. Los productos de temporada son colocados estratégicamente en puntos clave del establecimiento, desde tumbonas para la playa en verano hasta decoraciones navideñas en invierno, tentando a los compradores desprevenidos a agregar más elementos a su lista de compras.
Por otro lado, los productos de primera necesidad, como el pan, son relegados al fondo del supermercado. Esta táctica obliga a los clientes a recorrer todo el establecimiento, aumentando las oportunidades de que caigan en la tentación y añadan más productos a su cesta.
Aunque los supermercados son maestros en el arte de la persuasión, existen estrategias que los consumidores pueden implementar para contrarrestar estas tácticas:
- Hacer una lista detallada de necesidades antes de salir de casa ayuda a mantener el enfoque en lo esencial y a evitar compras impulsivas.
- Establecer un presupuesto máximo de gasto y un precio máximo por producto ayuda a controlar mejor las adquisiciones.
- Optar por carritos de compra más pequeños o varias cestas contrarresta la tendencia de llenar espacios vacíos impulsivamente.
- Mirar siempre los productos en los niveles más bajos de los estantes evita caer en la trampa de elegir los productos más caros que están a la altura de la vista.
- Comparar precios por kilo y evaluar si las ofertas realmente valen la pena.
- Desconfiar de las ofertas engañosas y evaluar si realmente se necesitan los productos en oferta.
Evitar ir al supermercado con el estómago vacío para reducir la vulnerabilidad ante las estrategias de venta.
En conclusión, mientras los supermercados continúan perfeccionando sus tácticas de persuasión, los consumidores pueden armarse con conocimientos y estrategias para resistir la tentación y tomar decisiones de compra más conscientes. Con un poco de astucia y previsión, podemos navegar por los pasillos de los supermercados sin caer en las redes del neuromarketing.
