De las alfombras y moquetas
- Se pasa la mano o la punta de los dedos masajeando la cera para que vaya calentándose y levantándose en forma de bolitas. También se puede raspar con la punta de un cuchillo en el sentido de la trama de la tela.
- Para eliminar los restos que hayan quedado adheridos, se pone sobre la mancha un trozo de papel de cocina y se pasa la plancha a fin de que los restos de adhieran al papel. Por último, se limpia con un producto de espuma seca especial para alfombras.
De los tejidos de algodón
Cuando se trata de una prenda de algodón (camiseta, mantelería, etc.) lo mejor es meterla en el congelador toda una noche, unas seis o siete horas. Después se saca y, simplemente, raspando con la punta de un cuchillo se desprenderán los pegotes enteros.
Del barro y ladrillo
Si ha caído un pegote de cera sobre el suelo de terrazo o ladrillo, y ya está seco, lo primero es rascar bien la superficie con un cepillo de cerdas duras. Después, se frota con un trapo empapado en aguarrás. Si la cera no sale, se puede hervir vinagre y derramarlo sobre la mancha, aún hirviendo, para que la deshaga. Después se frota bien con un trapo empapado en más vinagre caliente. Eso sí, si el suelo es de color, hay que aclararlo muy bien con agua limpia al terminar, porque el vinagre puede alterar las tonalidades.
Del cristal y porcelana
En este caso, el remedio más utilizado es el del vinagre caliente con el que frotaremos la pieza hasta que la cera se desprenda.
De la lana y la seda
- Se eliminan del mismo modo que en el algodón, pero poniendo doble papel absorbente, un trozo por cada lado de la prenda. Luego, se plancha a una temperatura media baja.
- Para quitar el cerco de parafina que deja la cera, lo mejor es utilizar un quitamanchas convencional en aerosol.
- Si el cerco no es muy aparatoso, bastará con poner sobre la mancha un poco de jabón líquido y dejar que actúe unas horas. Luego se aclara y se lava la prenda como de costumbre.
De la madera barnizada
La solución más utilizada es la de meter en una bolsa de plástico un trozo de hielo y presionar con él la mancha. De este modo la cera se endurecerá y se levantará más fácilmente al raspar con un cuchillo. Después se pasa un trapo mojado en vinagre caliente.
De la madera encerada
Se quita del mismo modo, con el cubito de hielo en la bolsa de plástico, pero los restos de cera se eliminan con un trapo empapado en aguarrás. Al final se da cera incolora.
De la madera natural
Se cubre la mancha con un buen puñado de polvos de talco, se tapan con papel de cocina y se pasa la plancha. Después, se frota la mancha con un trapo mojado en aguarrás.
Del mármol y la piedra
Se derrite la cera con el secador de pelo mientras se retira con la ayuda de una cuchilla. Si ha quedado algo de grasilla, se elimina pasando un trapo mojado en agua caliente y jabón. Si no funciona, se recurre al éter. Para devolverle el brillo se frota con un algodón empapado en gasolina, se aclara bien de nuevo, se pasa una esponja con un poco de cera incolora y se saca brillo con un trapo de algodón.
Del metal
Como los objetos de plata, alpaca, bronce, etc., no se pueden rascar porque se rayan, existe un truco muy eficaz y poco agresivo. Se trata de hervir agua en dos cacerolas, se introduce el objeto en una de ellas para que la cera se desprenda y, luego, se traslada a la otra para aclararla bien. Se saca y, antes de que el metal se enfríe, se pasa un algodón empapado en alcohol de 90º.
De la piel y el ante
Se deja secar bien la cera y se retira el exceso con la ayuda de un palito de madera de naranjo (de esos que se usan para la manicura), porque al ser una madera más blanda no dañará la piel. Se pasa un trapo empapado en gasolina de mechero o éter. Después, el ante se cepilla bien y la piel se nutre con una crema hidratante.
Del plástico
En las superficies plásticas también se comienza raspando la mancha, en este caso se puede hacer utilizando una cuchilla, para luego eliminar los restos de cera y grasa con un paño mojado en agua muy caliente, amoníaco y detergente líquido.