Desde que sigo estas 6 rutinas de limpieza cada noche, recomendadas por la experta Raquel García, mi casa amanece impecable (y yo más tranquila)

Estas rutinas de limpieza nocturnas recomendadas por la experta Raquel García son tan sencillas que no te costará incluirlas en tu día a día.
Rutinas limpieza - Imagen: iStock

Si eres de las que dedican medio sábado a poner la casa patas arriba y, al segundo día, ya vuelve a parecer que ha pasado un tornado... no estás sola. Nos pasa a muchas: limpiar y ordenar a lo loco, agotarnos y al poco tiempo, vuelta al caos. La clave no está en limpiar más, sino en hacerlo mejor: establecer rutinas de limpieza realistas, diarias y ligeras, que nos permitan mantener el orden sin sentir que vivimos esclavizadas por la fregona. Porque sí, mantener el orden en casa mejora muchísimo nuestro bienestar. De hecho, cada vez hay más estudios que lo respaldan: ordenar tu casa puede mejorar tu estado de ánimo y ayudarte a descansar mejor. ¿Lo mejor? No hace falta reinventar la rueda. La experta en limpieza Raquel García propone una sencilla rutina nocturna con pequeños gestos que, repetidos cada día, logran un hogar limpio, ordenado… y una mente mucho más tranquila.

1. Recoger la cocina antes de dormir

No hace falta dejar la cocina de anuncio, pero sí vaciar el fregadero y despejar la encimera. Raquel lo deja claro: "Cada vez que usemos la cocina, hay que recoger. Y por la noche también". Piénsalo así: si al despertarte todo está en su sitio, empiezas el día sin agobios. A mí me pasaba que tenía la encimera hecha un caos… hasta que encontré un organizador que no solo lo solucionó, sino que me permite guardar el doble de cosas. Y cuesta menos de lo que imaginas.

Ordenar cocina - Imagen: iStock
Ordenar cocina - Imagen: iStock

2. Un repaso exprés al baño (menos de 5 minutos)

No, no hablamos de sacar el estropajo y el desinfectante cada noche. Solo de pasar un paño por el lavamanos, repasar el espejo o tirar esa ropa que se quedó colgada fuera del cesto. Raquel lo resume así: “No se trata de limpiar a fondo, sino de mantener”. Tener unos productos básicos a mano, tipo kit exprés de limpieza, lo hace todo más rápido y llevadero.

Repaso exprés al baño - Imagen: iStock
Repaso exprés al baño - Imagen: iStock

3. Adiós ropa fuera de lugar (sí, esa que está ‘para otro día’)

¿Cuántas veces has dicho “esto lo cuelgo luego”? Y ese luego se convierte en una montaña textil. Raquel insiste: “Lo que esté sucio, al cesto; lo que no, a su sitio”. Es uno de los pasos más tediosos, pero también de los más agradecidos. Porque si no lo haces por la noche, mañana volverás a saltar montañas de ropa al salir de la cama. Literal.

Ordenar ropa - Imagen: iStock
Ordenar ropa - Imagen: iStock

4. Orden exprés del salón (modo zen activado)

Este gesto cambia por completo la sensación de orden al final del día. Dobla las mantas del sofá, coloca los cojines, guarda los mandos. Raquel lo tiene claro: “Cada cosa debe tener su sitio. Si lo tiene, mantener el orden es mucho más fácil”. Puedes usar cestas decorativas o cajas con tapa para agrupar lo que siempre queda suelto.

Ordenar salón - Imagen: iStock
Ordenar salón - Imagen: iStock

5. Revisión de basuras: oler bien también es ordenar

Tener cubos de reciclaje ayuda, pero lo importante aquí es revisar cada noche si algo huele, gotea o está a punto de desbordarse. Raquel lo tiene claro: “La basura completa se prepara cada noche, y quien esté asignado, la tira”. Sencillo, rápido y fundamental para evitar olores desagradables por la mañana.

Tirar basura - Imagen: iStock
Tirar basura - Imagen: iStock

6. Perfumar la casa para cerrar el día con calma

Una casa ordenada y limpia merece un broche de oro: que huela bien. Usa sprays textiles en cojines, velas, mikados o unas gotas de aceite esencial en el difusor. Lavanda, cedro o el aroma que te dé paz. Raquel lo dice así: “No hay uno mejor ni peor, elige el que más te guste. Es tu hogar, debe oler a ti”.

Perfumar casa - Imagen: iStock
Perfumar casa - Imagen: iStock

Otras tareas extra que puedes sumar (si te animas)

Si ya tienes dominada la rutina básica y quieres ir un paso más allá, Raquel propone sumar gestos sencillos que lo cambian todo:

  • Ventilar la casa cada mañana (15-20 minutos)
  • Hacer las camas después de ventilar: con niños cuesta, pero se logra
  • Lavar y recoger ropa a diario: así no se acumula
  • Tener un kit de limpieza en el baño, listo para usar al momento

Lo más importante de esta rutina no es la perfección, sino la constancia. No eres la única que limpia y ordena antes de que llegue la persona de la limpieza (aunque nos dé vergüenza admitirlo). Esa presión absurda que sentimos muchas se combate justo así: con hábitos pequeños que no pesan y que, sin darnos cuenta, nos devuelven el control de nuestra casa (y nuestra calma mental).

Recomendamos en