Diferencias entre celiaquía e intolerancia al gluten
La celiaquía y la intolerancia al gluten están muy relacionadas, pero al mismo tiempo son muy diferentes. La base del problema es el gluten, pero hay matices.
El sistema inmunológico de las personas con celiaquía reacciona de manera agresiva cuando a través del tubo digestivo circula gluten, una proteína presente en los cereales. Por eso los pacientes celíacos deben hacer una dieta estricta sin gluten de por vida. Mientras que la intolerancia al gluten esta relacionada, ni siquiera forma parte de esta enfermedad, pero la mayor parte de los pacientes remarcan su bienestar al no tomar gluten.
- Intolerancia o alergia, ¿sabes diferenciarlas?
Alrededor del 1 % de la población es celíaca, pero muchas personas no lo saben. Esto ocurre, porque esta enfermedad no siempre muestra todos sus síntomas. A veces es poco sintomática y por eso, aunque se padece desde el nacimiento, hay gente que se les diagnostica de adulto.
Los síntomas típicos de esta enfermedad son la diarrea crónica, flatulencia, pérdida de peso o falta de desarrollo, erupciones cutáneas, anemia ferropénica refractaria a la toma de hierro, irritabilidad, insomnio, depresión, elevación de transaminasas, cefaleas o náuseas. Pero también puede ser que no se tengan ninguno de estos síntomas.
Lo que siempre está presente es un daño en la mucosa intestinal, una mayor presencia de células inflamatorias y sobre todo, la mayor o menor atrofia de las vellosidades intestinales. Al producirse esta atrofia, se altera la capacidad de absorber bien los nutrientes por lo que el paciente celiaco tiene mayor propensión a la delgadez y a carencias vitamínicas o nutricionales.
El diagnóstico se hace sospechando sobre los síntomas que refiere el paciente, sobre todo si además hay antecedentes familiares, ya que existe una base genética, aunque no del todo conocida.
Con un solo pinchazo y en 10 minutos se asegura con más de un 98 % de probabilidades si se es o no celiaco. Pero ha de ser la biopsia de duodeno la que confirme el diagnóstico. Tras la eliminación del gluten de la dieta el paciente mejora sus síntomas y pueden verse recuperación de las vellosidades y el conjunto de actividades de absorción.
Pero mucho más numerosos que los pacientes celíacos son los pacientes no celíacos con intolerancia al gluten. ¿Es posible que nuestro organismo reaccione frente al gluten sin necesidad de que seamos celíacos? Efectivamente, muchas personas en consulta dicen que no tomando gluten se encuentran mucho mejor, pese a que no hacen una dieta estricta.
Sus vellosidades duodenales suelen ser rigurosamente normales, pero la ingesta de cosas con gluten les pone enfermos, con diarrea, hinchazón abdominal, ruidos de tripas... A los pacientes con intolerancia al gluten, cuando lo comen les sienta mal, pero sin llegar a dañar el tubo digestivo.
Sus vellosidades duodenales suelen ser rigurosamente normales, pero la ingesta de cosas con gluten les pone enfermos, con diarrea, hinchazón abdominal, ruidos de tripas... A los pacientes con intolerancia al gluten, cuando lo comen les sienta mal, pero sin llegar a dañar el tubo digestivo.
La intolerancia a los hidratos de carbono es más frecuente que la celiaquía pero no es propiamente un "grado" de esta enfermedad. El intolerante al gluten notará mayor o menor molestia si come gluten en función de su grado de intolerancia, pero sin daño. El celíaco, podrá o no tener molestias pero lo cierto es que su intestino se deteriora progresivamente, y no le cabe otra opción que prescindir del todo del gluten, estrictamente y de por vida. De ahí que sean tan importantes las revisiones periódicas.
Por: Dr. Luis Miguel Benito, digestólogo de Doctoralia.