¿Es la mostaza una salsa saludable? Estas son sus propiedades
Tremendamente popular, estas son las propiedades nutricionales (y los usos) de este aderezo tan famoso en todo el mundo.
Amada y odiada a partes iguales, pero famosísima en todo el mundo. También muy utilizada en hamburguesas, perritos calientes y todo tipo de platos de comida rápida, aunque es considerada, al mismo tiempo, una de las salsas más saludables de todas. Hablamos de la mostaza, esa espesa salsa de color amarillo con un sabor y un olor tan peculiar y que, nutricionalmente hablando -y aunque no lo creas-, está llena de compuestos muy interesantes para el organismo, sobre todo en su versión casera.
La mostaza se elabora de forma fácil a partir de las semillas de la planta herbácea que lleva su nombre, originaria de la cuenca mediterránea. Existen tres variedades de mostaza, que presentan diversos colores: negra, la más fuerte y picante; una de color más marrón, algo menos picante, y la amarilla o blanca (la más famosa), poco picante y más amarga.
Sea como sea, la mostaza tiene un bajo porcentaje de grasas (y estas son principalmente monoinsaturadas), mientras sí que posee una cantidad interesante de hidratos de carbono y proteínas derivadas de las propias semillas que le dan origen. Así mismo, dos cucharadas de mostaza ya contienen una cantidad significativa de minerales como el potasio, el calcio, el magnesio, el selenio, el fósforo y la vitamina C, micronutrientes que participan en multitud de procesos fisiológicos, y cuenta con propiedades diuréticas, antioxidantes y estimulantes. ¿Y una curiosidad? A pesar de ser una especia picante y estimulante, la mostaza contiene melatonina, un compuesto fundamental que ayuda a regular los ritmos de sueño y vigilia y por lo tanto, a dormir mucho mejor.

mostaza
¿Cómo incluirla en la dieta?
Como condimento gastronómico, la mostaza cuenta con numerosas variantes aromatizadas (al estragón, al ajo, a las finas hierbas, al paprika) que le dan aún mayor intensidad y sabor. Por ello, es un aderezo perfecto para hacer todavía más sabrosos platos suaves como el conejo, el pollo o el pescado (sobre todo el blanco) o para aliñar ensaladas de todo tipo (no sólo de lechuga y verdes, si no de pasta, por ejemplo).
Además de triunfar sola, en la salsa que lleva su nombre; la mostaza también es un ingrediente fundamental de otras más elaboradas como la vinagreta, la rémoulade o la diabla. ¿Un último consejo? Prepara la salsa de mostaza siempre que puedas en casa, así podrás controlar mejor su contenido en sodio (sal) y hacer que sea mucho más saludable que las opciones comerciales.