Los hidratos de carbono, también conocidos como carbohidratos o azúcares, son uno de los macronutrientes esenciales que se encuentran en nuestra alimentación diaria. Junto con las proteínas y las grasas, los hidratos de carbono desempeñan un papel crucial en el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.
Sin embargo, a menudo se generan dudas y confusiones en torno a ellos. ¿Qué son exactamente los hidratos de carbono? ¿Cuál es su función en nuestro cuerpo? ¿Cómo nos benefician? En este artículo, exploraremos a fondo qué son los hidratos de carbono y para qué sirven.
Función de los carbohidratos
Las dos funciones principales de los carbohidratos son:
- Energética: los carbohidratos funcionan como reserva energética, pudiendo usarse de manera inmediata porque las despensas energéticas tienen la capacidad de movilizarse rápidamente para producir glucosa en caso de que sea necesario. Esta función hace que el aporte de hidratos de carbono tenga que ser diario.
- Reguladora: la celulosa (fibra alimentaria) se encarga de regular el tránsito intestinal, teniendo además de éste, otros efectos beneficiosos para la salud como: disminuir el estreñimiento ablandando las heces y aumentando su volumen, aumentar la sensación de saciedad, ralentizar el vaciado de estómago, disminuir la absorción de sustancias (como el colesterol), en el caso de diabéticos, disminuye la subida de azúcar en sangre, posible efecto protector contra cáncer de colon y enfermedades cardiovasculares.
Desde el punto de vista nutricional, existen dos grandes grupos o tipos de hidratos de carbono:
- Azúcares o carbohidratos de asimilación rápida (simples): los carbohidratos de absorción rápida son aquellos que el cuerpo asimila enseguida una vez los ha ingerido. Los hidratos de carbono que figuran entre esta categoría son los denominados como carbohidratos simples, y también son carbohidratos de asimilación rápida aquellos que contienen un índice glucémico más elevado.
- Almidones o féculas (complejos): se encuentran en los alimentos elaborados con cereales, como el pan, las galletas saladas o crackers, la pasta y el arroz. Como ocurre con los azúcares simples, algunos alimentos que contienen hidratos de carbono complejos son más saludables que otros. Los cereales refinados, como la harina blanca o el pan blanco, han sido procesados, lo que elimina parte de los nutrientes y la fibra que contenían originalmente. Pero los cereales no refinados contienen todas las vitaminas y minerales. Además, son ricos en fibra, que ayuda a que el sistema digestivo funcione mejor. La fibra también favorece la sensación de saciedad, lo que hace más difícil pasarse de la raya comiendo estos alimentos. Esto explica por qué un buen tazón de avena te llena más que unas cuantas golosinas que contengan las mismas calorías que el tazón de avena.
Los hidratos de carbono nos benefician de diversas formas en nuestro organismo. A continuación, se presentan algunos de los principales beneficios de los hidratos de carbono:
- Fuente de energía: Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo. Cuando consumimos alimentos ricos en carbohidratos, como granos enteros, frutas y verduras, se descomponen en glucosa, que es absorbida por nuestras células y utilizada como combustible para el funcionamiento diario.
- Funcionamiento cerebral: El cerebro depende en gran medida de la glucosa como fuente de energía. Los hidratos de carbono proporcionan el combustible necesario para mantener un buen rendimiento cognitivo, concentración y estado de ánimo equilibrado.
- Reserva de energía: Los hidratos de carbono también se almacenan en forma de glucógeno en nuestros músculos y en el hígado. Este glucógeno actúa como una reserva de energía que puede ser utilizada cuando nuestros niveles de glucosa disminuyen, como durante el ejercicio físico prolongado o el ayuno.
- Promoción de la salud digestiva: Los hidratos de carbono complejos, como los encontrados en granos enteros, legumbres y verduras, son ricos en fibra. La fibra dietética ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, promoviendo una adecuada función intestinal, previniendo el estreñimiento y apoyando la salud del microbioma intestinal.

- Satisfacción y control del apetito: Los hidratos de carbono, especialmente aquellos que contienen fibra, tienden a brindar mayor sensación de saciedad. Esto puede ser beneficioso para el mantenimiento de un peso saludable y una alimentación equilibrada.
En conclusión, los hidratos de carbono desempeñan un papel fundamental en nuestra alimentación y en el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Proporcionan energía, apoyan el funcionamiento cerebral, promueven la salud digestiva y ayudan a mantener un apetito equilibrado. Al elegir fuentes de hidratos de carbono saludables, como granos enteros, frutas, verduras y legumbres, podemos obtener los beneficios nutricionales necesarios para una vida saludable y activa.