Que se celebre cada segundo viernes de octubre el Día Mundial del Huevo no es una noticia muy reseñable porque hoy en día no caben en el calendario todas las celebraciones en honor a ingredientes y platos que existen. Sin embargo, sí lo es que en este 2021 se celebre el 25 aniversario de este día, fijado en 1996 en Viena. Ya ha llovido desde entonces.
Un cuarto de siglo después de aquello, el huevo sigue siendo un alimento de cabecera en la gastronomía de medio mundo. Protagonista en todas las dietas a excepción de la vegana, lógicamente, esun alimento nutritivo y muy versátil en la cocina. Seguramente el más versátil de todos porque se adapta de maravilla como ingrediente secundario y es un elemento principal de algunos platos tradicionales sobresalientes.
En nuestro caso, dentro de la cocina española, el huevo es un ingrediente clave en la tortilla de patata, frito es el placer favorito de un número muy grande de personas que disfrutan más que cualquier otra cosa en la vida de mojar lo que tengan a mano en su yema semilíquida y sedosa. Pero además es ideal para dar textura y ligar todo tipo de combinaciones en revueltos, completa ensaladas y guisos y entra igual de bien en el desayuno que en la comida o en la cena. Vamos, que lo tiene todo.
Es difícil quedarse con una lista de recetas favoritas con huevo. No sería justo, de hecho, hacerlo porque la versatilidad de este ingrediente es tal que a cada persona le gusta más de una forma diferente. Es más, ni siquiera podemos ceñirnos al huevo de gallina de toda la vida porque hay aves como la codorniz o la oca que nos regalan auténticos manjares en forma de huevo.
A modo de pequeño homenaje por lo mucho que nos da el huevo a todos los seres humanos, tanto desde un punto de vista nutricional como gastronómico, hemos elaborado una lista de formas en las que puede ser cocinado. La mayoría las conoces de sobra, pero puestas todas juntas, de seguido, da la verdadera dimensión de lo que el huevo ofrece en la cocina: más posibilidades que ningún otro ingrediente. ¡Y todas igual de ricas!
Duro
Huevo Duro
También lo llamamos huevo cocido pero en realidad cocidos son muchos tipos de huevo, así que para diferenciarlo nos quedamos con huevo duro, que define a la perfección el huevo que dejamos más tiempo cociendo dentro de su propia cáscara alrededor de 12 minutos. Es ideal para comer en ensaladas, por ejemplo, o en cremas frías, y también en sopas. Además, son la base de un clásico: los huevos rellenos. Hay quien no puede pasar un desayuno sin tomarse un huevo duro.
Fritos
Frito
La reina de la fiesta dentro del universo de las formas para cocinar huevo. La favorita de la inmensa mayoría de las personas que comen y disfrutan con este ingrediente. La clave, ya sabes, es que contenga abundante aceite la sartén en la que lo prepares y que esté muy caliente. El objetivo: que no se rompa la yema.
Preparaciones dulces
Preparaciones dulces
Casi siempre batidos, el huevo es elemento indispensable de multitud de recetas dulces, sobre todo tradicionales: desde el bollo de la abuela de toda la vida al flan pasando por las madalenas y una larga lista de tartas.
Poché
Escalfado
El huevo poché o escalfado se cocina sin cáscara y en tres minutos, visto y no visto. Es la mejor alternativa, más saludable, al huevo frito porque si lo hacéis bien la yema también queda semilíquida. No es fácil la técnica; de hecho, hay varias, como te mostramos aquí, pero cuando le cojáis el punto a una os saldrán sin problema.
Revueltos
Revueltos
La diferencia de esta forma de cocinar los huevos con respecto a los batidos es que los rompemos encima de los ingredientes que vaya a ligar y removemos poco tiempo para que quede una textura cremosa. Se pueden batir antes también pero, si pruebas ambas versiones, verás que no queda igual.
Batidos
Batidos
Se utilizan los huevos batidos para las tortillas, tipo francesa, la omelette de toda la vida, a la que le puedes añadir todo aquello que se te ocurra, y también a la de patata. Pero también se utilizan los huevos batidos, por ejemplo, para cocinar crepes, otro manjar que puedes preparar en casa.
Al horno
Al horno
También conocidos como “al plato” o en cocotte por la cacerola compatible con el horno en la que se suelen preparar. Generalmente, son huevos que se añade en el tramo final de una receta para que se cocinen entre cinco o diez minutos y quede jugosa la yema con la clara coagulada.
Mollet
Mollet
Si dejas un huevo cociendo en su propia cáscara la mitad de tiempo que el huevo duro, entre cinco y siete minutos, tendrás un huevo mollet, con la clara cuajada y la yema líquida al abrirlos (después de enfriarlos).
Salsas
Salsas
·l huevo es un elemento clave en todo tipo de salsas por su capacidad para emulsionar que es la que se busca en este tipo de elaboraciones. Es el ingrediente por naturaleza para ligar las salsas y el mejor ejemplo posible lo tienes en la mayonesa, sin ir más lejos. Lógicamente, en las salsas el huevo va en crudo, de ahí que haya que tener especial cuidado con este tipo de elaboraciones.
Pasado por agua
Pasado por agua
Apenas necesitarás tres minutos de tu tiempo para tener un huevo pasado por agua en su punto exacto, con la yema líquida y la clara cuajada solo ligeramente. La diferencia con el huevo escalfado es que en este caso se cocina dentro de la cáscara.