¿Qué Hago con esta Dichosa Tos?
La tos es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo que ayuda a mantener limpias las vías respiratorias. Estamos en plena temporada alta de los resfriados y, con ellos, esa sinfonía de toses que nos acompaña...
La tos es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo que ayuda a mantener limpias las vías respiratorias. Estamos en plena temporada alta de los resfriados y, con ellos, esa sinfonía de toses que nos acompaña en el autobús, en la oficina... y en el silencio de la noche. Te contamos cuántos tipos hay y cómo aliviarlos.
Aunque los virus del resfriado y de la gripe son las causas más comunes de la tos, no son las únicas. Los agentes irritantes en el ambiente, el humo del tabaco y diversas patologías, algunas de ellas graves, también la producen; es decir, es un síntoma de que algo nos está pasando. Probablemente no se trate de una enfermedad seria, pero habrá que buscar la causa que se esconde detrás de ella. Sin embargo, lo primero que hay que tener claro es que, aunque nos resulte molesta, realmente es un mecanismo de defensa que tiene nuestro organismo para proteger el sistema respiratorio, ya que al toser limpiamos las vías aéreas de agentes extraños.
CÓMO SE PRODUCE.
Es un acto reflejo, es decir, involuntario, como el parpadeo o los bostezos; aunque también podemos controlarla voluntariamente, tanto para provocarla como para inhibirla (piensa en un concierto o en una conferencia: en cuanto llega la primera pausa, las toses no se hacen esperar). El proceso se inicia cuando los receptores de la tos, que se encuentran principalmente en la garganta, la nariz y el pecho, reciben el estímulo del agente irritante (puede ser alguna sustancia del ambiente, un cuerpo extraño, la mucosidad, un exceso de sequedad o de frío ambiental...). Estos receptores envían un mensaje al centro de la tos, que se encuentra en el cerebro, que es el que ordena toser, expulsando bruscamente el aire retenido en los pulmones: de esta forma se consigue que las vías respiratorias queden limpias para poder respirar y se evita que los agentes infecciosos lleguen a los pulmones.
NO TODAS SON IGUALES.
Hay distintos tipos de tos. La seca o irritativa es aquella en la que no hay expectoración, no se producen mucosidades, a diferencia de la productiva, en la que se expulsan flemas; en esta última, la función de limpieza es más evidente, mientras que la primera se caracteriza porque produce un intenso picor de garganta. Dependiendo de la duración, podemos hablar de tos crónica (dura tres semanas o más) o aguda (dura menos de tres semanas y generalmente se debe a un resfriado). La psicógena o psicosomática es la que presentan algunas personas que tienen la costumbre de toser antes de empezar a hablar o si se encuentran nerviosas. Normalmente, no les sucede cuando están concentradas en alguna actividad, pero se acentúa en situaciones de estrés; es más frecuente en los adolescentes.
EVITA LOS CONTAGIOS.
Con la tos conseguimos proteger nuestros pulmones de agentes extraños, pero al toser hacemos que las infecciones se diseminen con las gotitas que expulsamos de forma violenta. No es recomendable taparnos la boca con la mano, ya que los virus contenidos en esas gotas quedan en nuestras manos y los propagamos a los objetos que tocamos después; es mejor cubrirse con un pañuelo desechable y, en cualquier caso, lavarse siempre las manos después de toser.
TOMA MEDIDAS EFICACES (DE VERDAD).
Hay que beber bastante líquido, unos dos litros diarios; el agua, los zumos de fruta y las infusiones mantendrán hidratadas las vías respiratorias y facilitarán la eliminación de las mucosidades. No hay que tomar las bebidas demasiado frías porque aumentan la irritación, mientras que si están calientes suavizan la garganta. También conseguirás suavizarla si tomas caramelos con miel; sin embargo, el mentol tiene el efecto contrario. Es importante mantener el ambiente húmedo: utiliza un humidificador, pero no olvides cambiar el agua diariamente y limpiar el aparato siguiendo las indicaciones del fabricante, para evitar que se acumulen en él bacterias o polvo, que se propagarían con el vapor. Encontrarás un gran alivio si haces vahos con eucalipto o con romero; el agua debe estar muy caliente pero no hirviendo, porque se destruirían los principios activos de las plantas. Es bastante habitual que al tumbarte en la cama la situación empeore y tosas más; notarás alivio si incorporas ligeramente la cabeza, colocando debajo otra almohada.
Alivia la irritación de garganta:
La tos seca enrojece la garganta y la irrita, y eso hace que cada vez tosamos más. Para romper el círculo vicioso y ayudar a calmarla, podemos recurrir a los antitusígenos en jarabe o en pastillas. Podrás encontrarlos con regaliz, miel, propóleos, que además de calmar la tos suavizan y protegen la garganta.
No conviene evitar la tos considerada productiva, ya que entonces no se expulsa la mucosidad que hay en los bronquios y estos pueden sufrir una infección. Además, se puede conseguir que este tipo de tos resulte más eficaz tomando mucolíticos (que hacen que las flemas sean más fluidas) y bebiendo bastante líquido.
Lo que debes hacer... Consulta con el médico si la tos dura más de dos semanas, no mejora con el paso del tiempo o va acompañada de fiebre, respiración jadeante y flemas con sangre o espesas.
... y lo que no. Automedicarte. Tu doctor o el farmacéutico son los únicos que pueden recomendarte el tratamiento más adecuado. Estar en ambientes cargados o en espacios en los que se fume.