Cuando un trágico accidente ocurre todos los ojos se dirigen hacia la víctima y sus más allegados. Es lógico. Una familia se rompe por una pérdida, por ejemplo. Sin embargo ¿Qué es de la vida de la persona al otro lado? ¿La que, a ojos de todos, es responsable de lo ocurrido?
Esto nos propone de entrada Expatriadas, una de las grandes apuestas de Amazon Prime Video para este inicio de año. Creada, dirigida y escrita por Lulu Wang, la serie es una adaptación de la novela homónima de Janice Y. K. Lee de 2016. Esta sigue la historia de tres mujeres estadounidenses en Hong-Kong: Margaret (Nicole Kidman), Hilary (Sarayu Blue) y Mercy (Ji-young Yoo), cuyas vidas se cruzan tras un terrible suceso.
El gran atractivo actoral de la serie reside en Nicole Kidman, quien ofrece, una vez más, una interpretación a la altura de su reciente trayectoria en televisión. Desde su inolvidable actuación en Big Little Lies Kidman encadena proyectos en la pequeña pantalla tales como The Undoing o Nine Perfect Strangers (además de los que ya tiene en la recámara).
En esta ocasión Kidman ofrece con Margaret, un personaje magnético desde el primer segundo. El misterio que proporciona la serie en su primer episodio tiene gran parte de culpa, así como la forma en que la serie nos va desvelando el pasado de la protagonista.
A partir de aquí Expatriadas explora esa idea inicial sobre culpabilidad alrededor de su trío protagonistas, pero también sobre el victimismo. La gran fortaleza de la serie reside en las diferentes perspectivas que enfoca su creadora Lulu Wang y en cómo trata de entender con su cámara a cada una de ellas.
Wang, a quien conocimos por la excelente The Farewell (2019), debuta en televisión dirigiendo de forma magnífica, acompañada de una fotografía que captura a la perfección Hong-Kong. Esto, junto a algunas decisiones de montaje, deja momentos realmente significativos sin necesidad de diálogos o música.
De esta manera, Expatriadas se mete de lleno en esa línea borrosa entre la culpa y la tragedia. Pero también lo hace en el punto en común entre ambas: la imposibilidad de olvidar. Y de cómo eso marca las vidas de las protagonistas. El trauma, que marca especialmente a Margaret, pero también a Mercy, reside en los ojos de las mujeres desde el momento de la tragedia.

Con todo, Lulu Wang consigue realizar un estudio de personajes que se diferencia de otras obras con temática similar. Y lo hace por su enfoque en encontrar emociones en situaciones mundanas, gracias a su talento detrás de las cámaras.
Porque gran parte del encanto de Expatriadas reside en eso, en los pequeños momentos. En la pausa que se le da a la narración para abrirnos a unas personas que jamás volverán a ser las mismas. Y en cómo deberán decidir continuar con sus vidas.