Paula Vázquez lleva más de 30 años en televisión, por lo que ha pasado por multitud de programas. Si bien su primera aparición televisiva fue en 1991 en el programa Jeans, News and Rock & Roll (Antena 3), cuando empezó a ser conocida por el público fue cuando ejerció de azafata en el concurso de RTVE Un, dos, tres... responda otra vez en 1993.
A partir de ahí comenzó una carrera meteórica en televisión, con una breve incursión en la ficción de la mano de la serie de Antena 3 Canguros. Los siguientes años, los espectadores pudieron ver a la gallega en formatos tan recordados como La parodia nacional, El juego del Euromillón y las galas de Inocente, inocente.
Copresentó la tercera edición de Gran Hermano junto a Pepe Navarro, en La isla de los famosos era la encargada de las conexiones en directo. También presentó Fama, ¡a bailar!, Pekín Express, El número uno, Ultimate Beastmaster de Netflix o, su último proyecto también en Televisión Española, El puente de las mentiras, que se emitió el pasado verano en La 1.

Ahora vuelve a ponerse al frente del concurso culinario, que en su versión en Prime Video de 2021 se llamó Celebrity Bake Off, y que ahora, en RTVE, se llama Bake Off: famosos al horno. En él, Terelu Campos, Julio José Iglesias, Ana Boyer, Alba Carrillo, Rocío Carrasco o los hermanos Julio y Patxi Salinas intentarán llevarse la victoria.
¿Qué pensaste cuando te ofrecieron presentar ‘Bake Off: famosos al horno’?
Me sentí muy agradecida por la oportunidad de conducir este formato. Me hizo especial ilusión porque la productora, Boxfish, tiene un equipo muy sólido con el que sabes que todo va a salir bien y tiene un casting realmente hilarante. Es un placer trabajar con Paco Roncero, Eva Arguiñano y Damián Betular, que son los jueces de las pruebas.

¿Cómo son los concursantes?
Son todos unos descubrimientos, yo creo que la gente va a alucinar mucho con ellos cuando los conozca detrás de los fogones. Al final, en casa, cuando haces una fiesta, los cotilleos se cuentan siempre en la cocina, y aquí se está dando eso, que es donde los concursantes son más ellos que nunca.
Hay muchos famosos sobre los que tenemos estereotipos o algún prejuicio, hasta que los ves aquí y te cambia por completo la percepción.
¿Cuál te ha sorprendido más?
Pues son varios. Me ha sorprendido mucho Julio Iglesias Jr. porque es tan educado, tan generoso, tan divertido y, a la vez, tan desastre, que es imposible que no te encante. El otro Julio, Julio Salinas, está siendo un dolor de cabeza, pero ¡cómo se le echa de menos cuando no está! Ese caos que crea a su alrededor, en el fondo, le da brillo al programa.
Rocío Carrasco y yo somos muy amigas, nos conocemos desde que teníamos veintipocos años. Cuando ella trabajaba con María Teresa Campos y yo hacía el Euromillón, coincidíamos siempre en maquillaje y peluquería y allí compartíamos muchísimas cosas, pero me ha sorprendido mucho en el programa que se muestra tal cual es.
Otro descubrimiento para mí está siendo Alba Carrillo, me tiene enamorada, conquistada por completo. Es una sinvergüenza, inteligentísima, rápida de cabeza y guapa a rabiar. Las hermanas Salazar han dado unos momentazos maravillosos, tienen unas salidas que te tienes que partir de risa.

¿Qué tal con el jurado?
Son una maravilla. Parece que los tres llevan toda la vida juntos de lo bien que se coordinan y como sacan punta unos a otros. Por un lado, tenemos a Paco Roncero, un tío serio, con dos estrellas Michelin, que sabe lo que quiere y lo que tiene que demandar, pero que lo hace con una corrección y unas ganas de construir y enseñar admirables.
Luego está Eva Arguiñano que está todo el día riendo. Tiene momentos hilarantes en los que no eres capaz de entender lo que dice porque le entra la risa y no puede parar, como una chiquilla. Eva le da un punto de familiaridad al programa, es entrañable, su tono, su voz y su sonrisa. Es tan dulce que, en sí misma, es un postre.
Por último, Damián Betular que ha sido un descubrimiento. En Argentina es toda una estrella, no hay más que ver sus redes sociales. Es muy creativo, muy ágil y viene con una mentalidad muy fresca. Como no conoce a la mayoría de los concursantes, no está nada condicionado y les trata como si fueran personas anónimas.