Esta semana, en el capítulo de Secretos de familia, una mujer llamada Cennet aparece en comisaría para denunciar la desaparición de su hijo Yigit. La desconocida cuenta que está separada de su marido Alper, quien tiene otra familia, y que todos viven en el mismo edificio: «Este inmueble era propiedad de mis suegros y yo no tengo otro sitio dónde ir. Mi hijo no regresó del colegio y tampoco está con su padre. Temo que le haya pasado algo. Él no se iría de casa sin decirme nada».
Ilgaz, como fiscal, se hace cargo del caso. Lo mismo Ceylin en su papel de abogada. Este tema les toca muy de cerca y les recuerda a la desaparición de Mercan. Sus sentimientos están a flor de piel. Ceylin busca la ayuda de un inspector de policía, especializado en la desaparición de menores y, para su sorpresa, quien acude en su auxilio es Firat, su exnovio policía. La aparición de este hombre desestabiliza aún más el matrimonio de Ceylin e Ilgaz, quienes no estaban atravesando su mejor momento como pareja. Es más, Ilgaz tiene la sensación de que el regreso de Firat no ha pasado desapercibido para su mujer ¿Acaso sigue sintiendo algo por él?
Mientras tanto, Osman se encuentra en la calle con Zümrüt, la que fuese su amante. El hombre la invita a tomar un café y ella le cuenta que después de divorciarse de Ziver, se casó con un hombre que resultó ser un rico empresario. Este murió hace un par de años y ahora ella es dueña de toda su inmensa fortuna. Osman le hace entrega de una tarjeta a Zümrüt, con su número telefónico escrito en ella. Necesita volver a verla ahora que se han reencontrado.
Pasado unos días desde el inicio de la investigación, Firat encuentra el cuerpo sin vida de Yigit en el sótano del edificio dónde vivía. Alguien trató de ahogarle con sus propias manos y, al no conseguirlo, le asfixió con una almohada. Cennet está segura de que su marido, de forma indirecta, ha tenido algo que ver con lo ocurrido. Sabe que estaba en tratos con gente peligrosa y sospecha que estos tipos pudieron arrebatarle la vida a su hijo.
