Aunque Navarro está en prisión, Bethencourt sabe que su lucha no ha terminado. La canaria asegura que, a pesar del encarcelamiento de Navarro, sigue convencida de que su peor pesadilla no ha acabado, y que su expareja continuará acosándola. "Seguirá yendo a por mí", afirmó, mostrando la gravedad de la situación que aún enfrenta.
Fayna Bethencourt ha expresado sentirse "aliviada" tras la detención de su expareja y agresor, Carlos Navarro. Después de casi dos años prófugo, Navarro ha sido trasladado a la cárcel de Brians 2, donde cumple una condena de cinco años y ocho meses por maltrato habitual, lesiones, amenazas y vejaciones leves hacia la madre de sus hijos.
Fayna Bethencourt admite estar en "shock emocional" tras la detención de Navarro, reviviendo el trauma que sufrió durante su relación. La ansiedad crónica derivada de su pasado con Navarro ha llevado a Fayna a enfrentar graves crisis de salud. “Me dio un ataque de pánico, tenía la mandíbula sellada, me quedé como paralizada. No podía ni hablar, aprietas tanto la mandíbula de la misma ansiedad. Se me vino todo encima”, confesó en una reciente entrevista.

A pesar del alivio por la detención, Fayna no considera que su calvario haya terminado. Su experiencia con Navarro le ha enseñado que siempre hay más por venir. “No tengo la sensación de que sea el fin de la historia, con él desgraciadamente nunca lo es. Sé que igual que tenía la cara dura de hablar cuando estaba escondido, ahora va a escupir veneno contra mí. Va a morir matando. Seguirá yendo a por mí”, expresó con firmeza.
Para Fayna, vivir en Canarias ha sido vital para su supervivencia. “Si llego a vivir en la península, probablemente estaría mucho peor de lo que estoy... o no estaría”, sentenció con claridad. Siempre ha considerado que se tardó demasiado en localizar a Navarro, pero finalmente, casi dos años después, recibió la noticia que tanto esperaba. “Hacia las cinco y media de la mañana sonó el teléfono. El policía se identificó y me dijo: ‘Hemos arrestado a Carlos Navarro’”, relató Fayna. La operación contó con la participación de más de 30 efectivos policiales.

A pesar de la detención, el infierno de Fayna está lejos de acabar. Días después de su ingreso en prisión, Navarro ya ha hecho llegar una carta a los medios de comunicación. En la misiva enviada al programa TardeAR, Navarro acusa a Fayna de impedirle el contacto con sus hijos, de los que ha perdido la patria potestad debido a su condena. En la carta, Navarro, que asegura haber sufrido depresión, se muestra desesperanzado sobre la posibilidad de restablecer su relación con ellos.