Es un snack bastante común en todo el mundo, aunque en algunos países como México o Guatemala es un ingrediente básico -y parte fundamental- de muchos primeros y segundos platos de cocina. Hablamos de las tortitas de maíz, que o bien se pueden comer solas, condimentadas, o se pueden utilizar para preparar tacos y otras elaboraciones con carnes, verduras o salsas.
Sea como sea, lo cierto es que preparar estas tortitas ligeras y muy finas (y bastante saludables, si atendemos a la calidad nutricional de sus ingredientes) es mucho más fácil y sencillo de lo que puede parecer al principio. Si estás interesada en preparar tortitas de maíz caseras, sigue leyendo. ¡Te enseñamos cómo se hacen! Para ello sólo necesitas un par de ingredientes y unos 20 minutos de tu tiempo.
Ingredientes:
- 300 gramos de harina de maíz blanco precocida
- 320 ml de agua
- 50 gramos de mantequilla (o de aceite de oliva)
- 1 cucharadita de sal.
Cómo preparar tortitas de maíz caseras
Para empezar, pon en un cuenco la harina de maíz previamente cocida, la mantequilla (cortada en trocitos muy pequeños) y la sal. Mezcla todo bien, como si estuvieras preparando una masa quebrada. Una vez hayas conseguido una textura arenosa, añade el agua tibia al bol lentamente y sigue amasando la masa con las manos, hasta que consigas que esté homogénea y blanda, pero sin llegar a ser elástica.

A continuación, divide la masa en pequeñas bolitas, según el tamaño que busques en las tortitas. Fíjate, como referencia, en el tamaño de una ciruela. Aplasta las bolitas con las manos -o con un rodillo- hasta conseguir que las tortitas sean lo más finitas posible, de apenas unos varios milímetros de grosor.
Para cocinarlas, échalas sobre la plancha o la sartén (que no es necesario engrasar con aceite previamente) y deja que se hagan bien por cada lado (vuelta y vuelta) hasta que se formen burbujas en su superficie. Si quieres que las tortitas de maíz tengan una forma redonda perfecta, una vez estén aplanadas córtalas con un aro y retira la masa sobrante. ¡Y listo! Estas tortitas de maíz “mexicanas” hay que consumirlas preferiblemente recién hechas y calientes. Colócalas en un plato o fuente en forma de montaña, unas sobre otras, y sírvelas con otros ingredientes -revuelto de verduras, carne picada, salsas, etc- a un lado para que los comensales las monten justo cuando vaya a tomarlas. ¡Están riquísimas!