¿Alguna vez has oído hablar del kugel de patata? El potato kugel en su nombre original es un plato muy famoso en países anglosajones como Estados Unidos o Reino Unido, y una receta tradicional de la gastronomía o cocina judía. Es, a grandes rasgos, una especia de pastel horneado con patatas de lo más delicioso, que se prepara tan sólo con rodajas de este tubérculo, acompañado de cebollas y bañado con huevos y un chorrito de aceite. Y ni siquiera necesitas poner el fuego: ¡se hace sólo al horno!
Es un plato muy sencillo, muy pero que muy fácil de preparar y con un sabor exquisito y sabroso, que por lo general gusta a todo el mundo. Por ello, ahora puede ser un buen momento para aprender a prepararlo… Este kugel te sacará de más de un apuro cuando no sepas que cocinar o tengas poco tiempo disponible. Incluso te funcionará en un menú de Navidad. ¡Es una receta super práctica y nutritiva! Así se prepara en casa.
Ingredientes que necesitas:
- 6 patatas grandes.
- 3 cebollas grandes.
- Una pizca de sal.
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- 5 huevos
- Una pizca de pimienta
- Tomillo fresco.
- Medio litro de caldo de pollo.
Paso a paso
Para empezar pela las patatas y las cebollas, lávalas y córtalas en rodajas finas, de aproximadamente medio centímetro de grosor. Por otra parte, prepara una bandeja o una fuente para horno con un poco de aceite. Coloca en ella las rodajas de patatas intercaladas con las rodajas de cebolla, poniéndolas en diferentes direcciones. Sazona con la sal y la pimienta al gusto, y añade también un chorrito de aceite de oliva sobre la fuente.
Bate los huevos en otro bol, sazona a tu gusto y vierte la mezcla con cuidado por encima de todo el pastel de patatas y de cebolla, procurando que quede toda su superficie bien cubierta. Para terminar, decora con un poquito de tomillo (también puedes utilizar orégano).
Tapa la fuente con una capa de papel de cocina y otra capa de papel de aluminio y métela al horno durante unos 40 minutos a 220ºC, revisando en los últimos minutos el pastel para que no se queme o se dore de más.
Saca el kugel del horno, gratínalo si quieres con queso… ¡y a disfrutar de él recién hecho! Te aseguramos que te encantará y que se convertirá en una de tus nuevas recetas favoritas.