13 errores que cometemos al cocinar y que perjudican la salud

Hay ciertos hábitos en la cocina que pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud aunque no lo creamos. Te decimos lo que podrías estar haciendo mal.

Se trata de costumbres que tenemos y que, sin darnos cuenta, hacen que nuestra comida pierda nutrientes o se contamine. La cocina, por ser el lugar donde cocinamos, es el lugar de entrada de los microorganismos patógenos. De su aparición dependen factores como la higiene, la manipulación de los alimentos, la limpieza de los utensilios de cocina o los tiempos de cocción.

Muchas de las intoxicaciones alimentarias tienen su origen en nuestras cocinas. Podremos prevenirlas si conocemos los errores que cometemos al manipular los alimentos. Los alimentos crudos tienen más riesgos que los cocinados, ya que el calor es una fuente importante de destrucción de patógenos. También es muy importante controlar el tiempo que los alimentos, tanto crudos como cocinados, permanecen a temperatura ambiente, ya que es en ese momento cuando más se multiplican las bacterias.

Errores frecuentes que cometemos

En nuestras cocinas se producen errores que pueden tener graves consecuencias para nuestra salud. Los más comunes son:

- No refrigerar adecuadamente los alimentos.

- Dejar los alimentos medio crudos, sin cocinar lo suficiente. Esto ocurre especialmente con carnes como la del pollo, pescado y huevo.

- No lavarnos las manos con agua y jabón antes de cocinar. 

- Preparar las comidas con mucha antelación.

- Descongelar alimentos a temperatura ambiente. Este es un clásico que se reproduce en muchos hogares.

- Probar los alimentos para ver si están estropeados.

- Mezclar carne cruda con carne cocinada es una fuente contaminación cruzada en toda regla.

- No cambiar a menudo estropajos y trapos de cocina. ¿Sabías que en la bayeta de la cocina puede haber más bacterias que en el inodoro?

Almacenar correctamente

Por otra parte, almacenar correctamente nos asegura una correcta conservación de los alimentos. La pasta, el arroz, el azúcar o la harina, deben guardarse en envases cerrados herméticamente y colocarse en un lugar fresco y seco. Las patatas, ajos y cebollas, en lugares oscuros y secos.

El pescado huele mucho y debe almacenarse en envases cerrados o envuelto en papel para alimentos, lejos de otros que puedan absorber olores.

Los lácteos también deben estar juntos en una zona del frigorífico porque suelen absorber de forma rápida olores de otros alimentos.

En esta galería hacemos un repaso por 13 errores muy comunes que cometemos a la hora de cocinar. ¡Toma nota!

No lavarse las manos antes de cocinar

Tener una buena higiene en la cocina es muy importante. Hay que lavarse las manos porque si están sucias, los gérmenes se traspasarán a los alimentos. Lávate bien las manos con agua y jabón siempre que vayas a cocinar; también al cambiar de alimento. La falta de higiene de las manos es una de las principales causas de intoxicaciones alimentarias en el hogar.

Lavar demasiado los huevos

Los huevos son muy sensibles a la contaminación y al ataque de bacterias. Su cáscara tiene una barrera protectora ante ellos. Si lavamos mucho la cáscara, esta barrera natural se elimina y el huevo se puede ver contaminado. Por eso nunca laves los huevos antes de guardarlos. Lo mejor es enjuagarlos justo antes de cocinarlos.

Calentar mucho el aceite

No es sano dejar que el aceite humee. Según un estudio de la Universidad del País Vasco, con las altas temperaturas, el aceite forma sustancias relacionadas con algunas enfermedades como el alzhéimer y el párkinson. Utiliza siempre aceite de oliva virgen, que se deteriora más lentamente, y nunca superes los 170ºC a la hora de freír.

Reutilizar el aceite

Según un estudio publicado por especialistas del Hospital Civil de Málaga, reutilizar el aceite hace que se eleve el riesgo de sufrir hipertensión; y más si utilizamos aceite de girasol. El aceite no se debe reutilizar más de 2 o 3 veces.

Hervir las verduras con mucha agua

Al cocer las verduras, se ve reducido su contenido en vitaminas, ya que éstas pasan al agua de la cocción. Las vitaminas hidrosolubles (grupo B y C) son las que más se ven afectadas. Usa solo el agua necesaria para cubrirlas, y utilízala también para preparar caldos. Otra opción muy saludable es prepararlas al vapor, ya que al necesitar menos temperatura sus nutrientes se conservarán casi por completo.

Lavar el pollo

Lavar la carne de pollo hace que pasen a nuestras manos bacterias, como el campylobacter, que provocan vómitos y diarreas. Por eso no lo laves. Lo más importante es cocinarlo muy bien (no dejarlo poco hecho) para que los microorganismos se destruyan por el calor.

Descongelar a temperatura ambiente

Hay que descongelar siempre en la nevera. Si lo hacemos a temperatura ambiente o pasando el alimento bajo el agua caliente, conseguiremos que aumente el riesgo de contaminación microbiana (las bacterias se reproducen entre los 4 y 60ºC).

Dejar enfriar mucho la comida antes de refrigerarla

No hace falta que la comida se enfríe totalmente; los microorganismos pueden desarrollarse en poco tiempo. Lo que conviene es que se enfríe un poco, lo suficiente para que la nevera funcione bien. Lo mejor es que el alimento cocinado y fuera de la nevera no esté más de dos horas.

Probar alimentos para ver si se han estropeado

Las bacterias que hacen que nos intoxiquemos, no las detectamos probando la comida. Si crees que un alimento está estropeado, tíralo directamente. Y haz siempre caso de la fecha de caducidad.

Mezclar alimentos cocinados y crudos

Los alimentos cocinados pueden contaminarse en contacto con los crudos. Es lo que se denomina contaminación cruzada. Guarda los alimentos cocinados en la parte más alta de la nevera y solos.
La contaminación cruzada también puede suceder si cortamos con un cuchillo una carne cruda y luego cortamos una fruta con ese mismo cuchillo. Mucho cuidado con esto.

Servir la tortilla en el plato donde se le ha dado la vuelta

En este plato pueden quedar restos de huevo crudo que pueden contaminar la tortilla aunque ésta esté bien cuajada.

Meter al horno alimentos envueltos en papel de aluminio

Estudios lo demuestran; parte del material del aluminio acaba por traspasarse a las comidas, pasando el límite permitido según la OMS (1 mg por cada kilo).

Dejar sin limpiar las tablas de cortar alimentos

Las tablas de cortar contienen muchas bacterias en su interior. Solo son seguras si se mantienen muy limpias.
- Deben ser lisas y de un material no absorbente. Las mejores son las de plástico porque éste es un material poco poroso.
- Hay que lavarlas con agua caliente y jabón. Fregarlas y secarlas mucho después de haber cortado alimentos crudos en ellas.

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