Seguramente nadie se imaginaría que una de las personalidades españolas por excelencia, como lo es Bertín Osborne, guardaría relación con una saga de fantasía como El Señor de los Anillos, pero creednos cuando podemos afirmar que la hay. De hecho, uno de los grandes protagonistas de las novelas de J.R.R. Tolkien y las películas de principios de siglo, está directamente relacionado con el cantante.
Se trata nada más y nada menos que de Gandalf, el legendario mago de la Tierra Media. Interpretado por el icónico Ian McKellen en la trilogía de películas de Peter Jackson, el personaje rápidamente se convirtió en todo un icono de la cultura pop.
Pues bien, parece ser que Tolkien guardó una estrecha relación con un sacerdote nacido en el Puerto de Santa María, en Cádiz, que, casualidades de la vida, era tío abuelo de Bertín Osborne, y acabó por inspirar al escritor años después al escribir sus novelas.

La historia nos lleva al momento en que Tolkien, quien acababa de perder a su madre a una corta edad, empezó a ser tutelado por Francisco Javier Morgan y Osborne, al que conocían en la ciudad de Birmingham, Inglaterra, como Francis Xavier Morgan.
Osborne, que sirvió de guía y figura importante en la temprana vida de Tolkien, nació de madre española y padre galés, siendo nieto del fundador de las Bodegas Osborne.
Fue en Inglaterra donde conoció a Mabel Tolkien, que había perdido a su marido poco antes y sufría de problemas económicos que acabaron por sufrir sus hijos, que no podían asistir al prestigios colegio al que atendían.
Fue a partir de ahí que el padre Francis los acogió en su congregación para que los miembros de la misma se ocupasen de la educación de los dos hijos de Mabel: Hilary y John Ronald Reuel Tolkien, quien acabaría pasando a la historia.
Un tiempo después, en 1904, la madre de los Tolkien acabaría muriendo debido a una diabetes muy severa, no sin antes nombrar a Francis como tutor legal de sus hijos en su testamento.
A partir de ahí, Tolkien, gracias a los recursos de la congregación y la educación que pudo recibir, fue creando el mundo que más adelante conoceríamos como la Tierra Media, además de algunos de los idiomas que acabarían siendo los protagonistas de El Señor de los Anillos.

La relación paternofilial con el padre Francis se pudo ver más adelante en la obra de Tolkien. Concretamente en las relaciones entre personajes como Gandalf y Bilbo, y en la manera en la que el mago supone esa figura tranquilizadora rebosante de bondad.
Finalmente, Francisco Javier Morgan y Osborne acabaría falleciendo en 1935 en su casa del Oratorio de Birmingham. Los hermanos Tolkien recibieron en herencia 1.000 libras a cada uno. Al futuro escritor de El Señor de los Anillos también le regaló el antiguo reloj familiar.
Por desgracia, la única foto del conocido como tío Curro con Tolkien obra en poder de la familia del hermano, Hilary Arthur Tolkien. Sin embargo, jamás quiso difundirla, con lo que nunca veremos juntas a dos figuras que acabarían cambiando la literatura para siempre.