Trucos para que no se ponga negro el aguacate una vez abierto
Compartimos contigo siete consejos distintos para si no utilizas una pieza entera de esta fruta lo que te sobre no se vuelva marrón.
Si eres de los que ha llegado tarde al aguacate, el ingrediente del último lustro si tuviéramos que quedarnos con uno que haya penetrado en más hogares nuevos, es posible que te estés preguntando qué hacen todas esas familias que no utilizan una pieza entera en el mismo uso para que no se oxide.
Al igual que ocurre con la manzana o con el plátano, esta es una fruta que se oscurece con muchísima facilidad al entrar en contacto con el oxígeno, de ahí que pierda rápidamente su tonalidad amarillenta y verdosa para ponerse marrón en cuanto se queda abierto y no se consume.
No te vamos a mentir: es prácticamente imposible que no sea así si por ejemplo utilizas solo la mitad de una pieza y guardas la otra mitad para el día siguiente, pero sí que hay trucos que permiten conservar intacto buena parte de la carne. Estos son los más efectivos:
- En la nevera: es esencial guardarlo enla nevera una vez abierto porque las temperaturas frías retrasan la oxidación. No la impiden pero sí la ralentizan lo suficiente para que buena parte del aguacate, sobre todo si se guarda de la forma correcta, siga teniendo su color original al día siguiente.
- No quitar el pedúnculo: los aguacates tienen un pedúnculo en la parte posterior que mucha gente retira al llegar a casa de la frutería por pura manía, sin motivo aparente. Pues bien, retirar este pequeño pedúnculo de la parte estrecha del aguacate acelera el proceso de oxidación así que es aconsejable no hacerlo.
- Pelar solo la mitad si no lo vas a usar entero: teniendo en cuenta que solo la parte de la carne que entra en contacto con el oxígeno se oxida -si está demasiado maduro también se pondrá marrón aunque esté cerrado-, si vas a usar en un desayuno o merienda solo media pieza, te aconsejamos que no peles la otra mitad. Guárdala con piel para que se oxide solamente la capa superior que queda en contacto con el oxígeno. Si no quitas la semilla puedes ayudar a que se retrase el proceso en la carne a la que esta está pegada pero nada más que eso; no se va a detener el proceso de oxidación por dejar la semilla como mucha gente dice.
- El zumo de limón o lima: ya sabes que el zumo de una cítrico es un antioxidante potente así que puedes añadir un poquito al aguacate. Eso sí, le cambiará el sabor así que debes tenerlo en cuenta porque no es lo mismo usarlo para una tostada que para un guacamole. En este último caso tiene todo el sentido del mundo utilizar este consejo.
- Mezclarlo con cebolla: la cebolla es también un aliado del aguacate para que no se oxide su carne, pero ocurre lo mismo que con el zumo de lima o de limón: es un consejo solo apto para aquel aguacate que se vaya a utilizar después en una receta junto a esta verdura, que suele ser morada porque ambos ingredientes combinan de maravilla.
- La sal, lo último: la sal acelera el proceso de oxidación de ahí que sea lo último que debes añadir a tus recetas con aguacate. Sobre todo debes tenerlo en cuenta si preparar un guacamole, por ejemplo, que consumirás pasado un rato, no en el momento. Si es así, no añadas la sal hasta el momento anterior a consumirlo.
- Guárdalo en un tupper bien sellado: hay tuppers de cristal que sellan de maravilla y aíslan aquello que conserven en su interior así que, aunque puedes guardarlo en la nevera envolviéndolo en film, se aisla más si cabe de entrar en contacto con el oxígeno si meter el aguacate que te sobre en un tupper.