Los mejores trucos para cocinar el pescado a la barbacoa

Aquí tienes las claves para que el pescado a la parilla te quede espectacular. ¡Toma nota!

Seguro que con la inminente llegada de la primavera y del buen tiempo, ya estás pensando en preparar algún plan al aire libre. Puede, que, entre ellos, esté, por ejemplo, el de preparar una pequeña comida o cena con amigos o familiares. Y si hay un tipo de cocina que triunfe en esta época del año y que implique juntar a gente, esa es, sin duda, la barbacoa.

Las barbacoas no siempre han de basarse en el cocinado de carne a la parrilla, sino que también se pueden preparar otro tipo de alimentos. Ya te contamos los trucos para que la carne hecha en barbacoa quedara espectacular… y ahora te damos las claves para hacer lo mismo con el pescado. Existen todo tipo de trucos ingeniosos para lograr un pescado perfecto en la barbacoa: estamos hablando de lograr piezas que se derriten en la boca con un magnífico sabor ahumado y una piel perfectamente crujiente. Así que la próxima vez que enciendas las brasas, asegúrate de incluir pescado en el menú y pon en marcha estos cinco consejos para impresionar a tus  invitados.

1. En primer lugar, nunca coloques el pescado a fuego alto. El pescado a la parrilla debe cocinarse en una parte medianamente caliente de la parrilla para que no se corra el riesgo de quemar la piel antes de que se cocine el interior del pescado.

2. Si estás asando filetes (en lugar de un pescado entero), comienza a cocinarlos colocándolos con la piel hacia abajo. Solo deberás darle la vuelta al pescado cuando la piel esté crujiente y dorada. Si la piel del pescado se cocina correctamente en la barbacoa, quedará increíblemente sabrosa y crujiente. Será todo un placer para el paladar. 

3. Envolver el pescado entero en papel de periódico lo mantendrá extra suave y jugoso. El truco consiste en envolver el pescado en varias capas de papel y luego empapar todo el paquete en agua, de modo que el papel de periódico ayude a concentrar todo el sabor en el pescado, pero evitando que se incendie y se queme.

pescado a la parrilla - Pexels

4. Puedes probar si el pescado está cocido con la 'prueba de las escamas': simplemente separa un trozo de la carne y si se separa fácilmente en escamas o lascas naturales, está muy caliente en el medio y ha cambiado de color por completo, entonces está listo para comer. No estará ni crudo ni tampoco seco. 

Si hay un pescado que quede riquísimo a la parrilla ese es, sin duda, el azul. El salmón, las sardinas, el salmonete, la trucha o la caballa son algunos de los más agradecidos pasados por las brasas. También puedes aderezar los pescados blancos -como la merluza- con los condimentos que más te gusten: hierbas frescas, limón, jengibre, etc. 

Y por supuesto, no te olvides del marisco: las gambas, los langostinos, las cigalas, el calamar y los chipirones a la parilla te encantarán.

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