El verano es la estación perfecta para disfrutar de frutas refrescantes y deliciosas como el melón o la sandía. Sin embargo, muchas personas sienten picor en la garganta tras consumirlas, como también sucede con verduras como el calabacín. Este tipo de picores suelen ser causados por una reacción alérgica, en concreto a la profilina, una proteína presente en pólenes, alimentos vegetales y látex.
La alergia a la fruta es la causa más frecuente de alergia a alimentos en niños mayores de 5 años y adultos. Hoy te hablamos de una de las que más afectan durante la época estival, y esa es la que provoca el melón y la sandía (aquí te damos unas claves para saber cuándo están en su punto). La alergia se trata de una respuesta inmunitaria exagerada del organismo frente a aquellas sustancias capaces de desencadenar una reacción. Además, conviene destacar que el hecho de que ocurra una reacción alérgica más o menos intensa no depende siempre de la cantidad del alimento que hayamos ingerido, pero sí de la cantidad de proteínas o de la presencia de carbohidratos u otras moléculas.
Los expertos estima que entre un 40% y un 50% de las personas alérgicas al polen de gramíneas y abedul pueden verse afectadas por este tipo de irritación al comer melón, sandía o calabacín ya que también contienen estas profilinas. La profilina se destruye con el aumento de la temperatura y durante la digestión, por lo que las reacciones sistémicas son poco frecuentes. Los síntomas suelen localizarse en la orofaringe, y aquellos que sufren esta alergia suelen tener una molestia o irritación que no suele ir a más.
El hecho de no causar problemas demasiado severos hace que en la mayoría de los casos no se acuda al especialista, al contrario que ocurre con frutas como el kiwi o el melocotón, que sí son más graves. Esto provoca que muchas personas siguen consumiendo esta fruta a pesar de experimentar ciertos síntomas que indican que son alérgicos a ellas. Te contamos cuáles son.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Aunque el melón es una de las frutas que más se asocia al síndrome de alergia oral, también hay que tener cuidado cuando consumimos sandía, calabacín piña, lychi, melocotón, ciruelas, kiwi o uvas. Entre los síntomas más comunes se encuentran el picor localizado en labios, boca y garganta. A veces, este picor puede ser bastante intenso, causando rechazo a la ingesta. En los peores casos, el consumo de melón puede producir edema en labios, lengua, urticaria y molestias digestivas. Estos síntomas aparecen de forma inmediata, aproximadamente 15 minutos después de la ingestión del alimento, suelen ser de intensidad leve y desaparecen a los pocos minutos de su comienzo.
La cucumisina, una proteína presente en el jugo del melón, es la causante de la alergia a esta fruta. Un descubrimiento que hicieron un equipo de investigadores de la Fundación Jiménez Díaz, dirigido por Javier Cuesta y Fernando Vivanco, jefe asociado de Inmunología de esta institución. La cucumisina constituye el 10% del fruto del melón y su presencia aumenta a medida que avanza el proceso de maduración. Por tanto, cuanto más verde consumamos la fruta, menos probabilidad de sufrir una reacción alérgica tendremos. Si los síntomas van a más, es recomendable acudir al médico para que nos haga unas pruebas y de exactamente con lo que está produciendo la alergia.