Por qué no debes tirar el aceite por el fregadero: cómo reciclarlo correctamente

Cada día utilizamos en nuestras casas aceite de girasol o de oliva para freír muchos alimentos. Y el problema es que no podemos tirarlo por el fregadero o a la basura. ¿Qué hacer, entonces? Te lo descubrimos.
Por qué no debes tirar el aceite por el fregadero

Es muy común que, después de freír un determinado alimento en el aceite caliente, dejamos que se enfríe para, finalmente, proceder a tirarlo por el fregadero. Se trata, es cierto, de una práctica habitual en muchas casas de nuestro país. Al menos, hasta hace pocos años.

Sin embargo, también es cierto que cada vez es mayor el número de personas concienciadas por la importancia que supone cuidar el medio ambiente, y conocen algunas pautas y consejos que sean de mucha utilidad en este sentido. Precisamente, uno de ellos es evitar tirar el aceite por el fregadero. Pero, ¿sabes por qué no deberíamos hacerlo?

En primer lugar debemos saber que los aceites comestibles no son residuos ordinarios. En 2019, de acuerdo a datos del Ministerio para la Transición Ecológica, anualmente en nuestro país se consumen alrededor de 850.000 toneladas de aceite. Además, se estima que se generan cerca de 150 millones de litros anuales de aceite vegetal usado

Como es de imaginar, esto no sería un problema si no fuera porque un litro de aceite puede llegar a contaminar mil litros de agua. De hecho, los aceites usados reducen la capacidad de las plantas de tratamiento de aguas residuales al asfixiar a las bacterias encargadas de la depuración del agua. Forman una película grasa que bloquea la penetración del oxígeno del aire en el agua.

Dicho de otra forma, no solo dificultan el trabajo de las plantas de tratamiento de aguas residuales, sino que, además, incrementan los costes de los diferentes procesos de depuración del agua, a la vez que se facilita la formación de películas superficiales en las aguas de los ríos.

Por otro lado, cuando el aceite se enfría, los aceites se solidifican al entrar en contacto con el agua, lo que puede acabar obstruyendo las tuberías. Esto puede hacer que las tuberías se atasquen.

Todo ello nos lleva a la siguiente pregunta, ¿de qué manera, entonces, deberíamos tirar el aceite de freír usado? ¿Existe alguna forma de reciclarlo?

¿Dónde tirar el aceite de freír usado?

Como primer paso, una buena opción es contactar y consultar con el ayuntamiento de nuestro municipio. Algunas localidades, por ejemplo, han establecido un sistema para recoger aceites domésticos usados, por lo que solo tendríamos que recoger nuestro aceite usado y verterlo en una botella de plástico, hasta rellenarla.

Para hacerlo, es necesario esperar a que el aceite usado se haya enfriado por completo (para no correr el riesgo de quemarnos y de, sobre todo, estropear el envase de plástico al verterlo en su interior).

Una vez frío completamente, con la ayuda de un embudo de pequeño tamaño introducido en la botella de plástico donde lo vamos a reciclar, procedemos a verterlo poco a poco y con cuidado, para no derramarlo.

Reciclar el aceite de freír - Foto: Istock

Dado que es bastante probable que no rellenemos la botella por completo, podemos proceder a reservar el envase en un lugar adecuado (por ejemplo, en el mueble situado debajo del fregadero), y continuar vertiendo el aceite usado hasta alcanzar la parte superior. 

Finalmente, una vez completa, podemos hacer dos cosas: reservarla para continuar rellenando otros envases de plástico con más aceite, hasta que tengamos las suficientes botellas rellenas como para juntarlas todas y depositarlas de una vez en el lugar de recogida adecuado; o proceder a llevarla directamente en el lugar oportuno.

Eso sí, es imprescindible tener en cuenta que, en algunas localidades o ciudades, el servicio de recogida del aceite usado se lleva a cabo solo uno o dos días determinados a la semana, por lo que es preferible depositar el envase en el lugar adecuado solo cuando es adecuado.

¿Qué ocurre con el aceite usado después de reciclarlo?

Una vez recolectado, el aceite para freír usado puede ser incinerado o procesado para su uso químico. También es posible añadirlo a la alimentación animal.

Por otro lado, los aceites de freír usados pueden igualmente ser combinados y mezclados con combustibles derivados del petróleo, con la finalidad de generar biodiesel mucho más respetuoso con el medio ambiente.

Recomendamos en