El té es una bebida natural que se elabora a partir de la cocción de las hojas del té, conocida científicamente bajo el nombre de Camellia sinensis. Se trata de una bebida muy popular, y consumida desde hace muchísimos siglos, en particular en determinados países como China o Japón. Especialmente rica en antioxidantes naturales y nutrientes, que son los que proporcionan sus efectos tan beneficiosos para la salud. Son un tipo de flavonoide y destacan por su potente acción antioxidante.
Estas cualidades incluyen un menor riesgo de cáncer, una mejor función cerebral, ayuda a perder una mayor cantidad de grasa y otros beneficios interesantes para la salud, y constatados en una amplia variedad de estudios científicos.
En el caso del té verde, por ejemplo, es particularmente rico en polifenoles, unos antioxidantes naturales que ayudan a reducir la inflamación y a combatir el cáncer. Por ejemplo, son útiles para disminuir la acción de los radicales libres, que en grandes cantidades pueden acabar produciendo determinadas enfermedades crónicas.
Y, entre los polifenoles más interesantes, nos encontramos con las catequinas, unos antioxidantes naturales que, entre otros interesantes aspectos, ayudan a prevenir el daño celular y proporcionan a su vez muchas otras cualidades.
¿Qué son exactamente las catequinas?
Las catequinas son un tipo de compuesto fenólico que encontramos en distintos alimentos. De hecho, no solo se encuentran presentes en el té, sino que también la contienen alimentos como las bayas o el cacao. Todos los polifenoles comparten entre sí una variedad de características ciertamente interesantes; en especial, sus anillos fenólicos.
En el caso particular de las catequinas, consiste en un flavan-3-ol, por lo que forma parte de la familia química de los flavanoides. Más concretamente, consiste en un fenol de origen natural que actúa como antioxidante y como un metabolito secundario en determinadas plantas.
Desde un punto de vista químico, consta de dos anillos de benceno (conocidos como anillo A y anillo B), además de un heterociclo dihidropirano (anillo C) con un grupo hidroxilo unido al carbono 3. El anillo A es análogo a un resto de resorcinol, mientras que el anillo B es similar a un resto de catecol.
Interesantes beneficios para el cerebro
Se ha demostrado que las catequinas ayudan a proteger a las células cerebrales del estrés oxidativo. Se trata de una protección que podría ayudar de forma realmente positiva a la hora de reducir el daño en el cerebro, que a largo plazo podría conducir a enfermedades cerebrales como el Alzheimer, el Parkinson, la demencia y el propio deterioro mental.
Por otro lado, determinados metales pesados (como el hierro o el cobre) pueden dañar las células cerebrales. En este sentido, las catequinas pueden disminuir la acción de estos metales.
Pueden ayudar a promover una mejor salud del corazón
Los estudios han mostrado que las catequinas presentes en el té, en especial el té verde, ayudan a aumentar la capacidad antioxidante del cuerpo, protegiendo contra el estrés oxidativo.
Se ha demostrado que el estrés oxidativo puede aumentar la acumulación de grasa en la sangre, lo que conduce no solo a una inflamación en las arterias, sino a tener una presión arterial más elevada.
Las catequinas, sin embargo, ayudan a disminuir la inflamación y la presión arterial. Además, también parecen ser capaces de inhibir la absorción de grasas a nivel celular, por lo que reducirían los niveles de grasas en el torrente sanguíneo, influyendo incluso a la hora de disminuir los valores altos de triglicéridos y de colesterol LDL (malo) y total.

Pueden ayudar con la pérdida de peso
Se suele decir que el té verde es una bebida natural especialmente útil en dietas de adelgazamiento, porque ayuda a la hora de reducir el exceso de peso. Y con razón. Y es que este efecto se debe fundamentalmente a los compuestos antioxidantes que encontramos en la bebida, en especial las catequinas.
Concretamente, la combinación de catequinas y cafeína (presentes en el té verde) son los principales responsables de sus cualidades para perder peso, al regular las hormonas que pueden mejorar la termogénesis, el proceso por el que nuestro cuerpo quema calorías con el fin de producir calor y digerir los alimentos. En definitiva, las catequinas ayudarían a que el cuerpo sea más efectivo a la hora de quemar calorías.
Podrían ser útiles para el hígado
El hígado graso es una enfermedad cuyo volumen de casos ha aumentado de forma alarmante en los últimos años, no relacionada directamente con el consumo habitual de alcohol, y sí con la obesidad y la diabetes.
Las catequinas ayudarían a reducir la inflamación causada por algunas enfermedades del hígado, entre los que se encuentra la enfermedad de hígado graso no alcohólico.
Según se ha demostrado, son útiles para reducir los niveles de enzimas hepáticas (señal inequívoca de que la salud del hígado ha mejorado), disminuyendo la cantidad de grasa hepática, la inflamación y el estrés oxidativo.
Pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre
Las catequinas pueden aumentar la sensibilidad a la insulina, a la vez que ayudaría a regular la producción de azúcar en la sangre. Todo ello ofrece una cualidad sumamente interesante: puede disminuir los niveles de azúcar en la sangre. A la vez, también reduciría la hemoglogina A1C.

Tanto si no te apasiona el té verde, como si también deseas descubrir qué otras opciones existen para incrementar el consumo de catequinas en tu dieta, lo cierto es que el té no es la única opción:
- Manzanas. Son una excelente fuente de fitoquímicos, incluyendo las catequinas. La mayor concentración la encontramos en el interior de la piel de la manzana, por lo que lo ideal es comerlas con piel (después de haberlas lavado correctamente).
- Frutos rojos. Se estima que 100 gramos de moras proporcionan 37 miligramos de catequinas, 14 veces más que la misma cantidad de té verde preparado. Eso sí, para disfrutar de sus cualidades lo ideal es que las frutas sean frescas y crudas. Lo mismo ocurre con otros frutos rojos como los arándanos, las frambuesas y las cerezas.
- Peras. Al igual que las manzanas, las peras se convierten en otra de las opciones más consumidas entre los adultos. Eso sí, cada ¾ de taza de pera proporcionan solo 0.3 miligramos de catequinas, pero proporcionan algunos beneficios para la salud relacionados con sus cualidades antioxidantes.
- Chocolate negro. Si te apasiona el chocolate negro estás de enhorabuena. Y es que entre 25 a 28 gramos de chocolate negro (la cantidad diaria recomendada), proporcionan 3.6 miligramos de catequinas.
Y, como no podría ser menos, no deberíamos olvidarnos del té, en particular tanto el té verde como el té blanco.