Las personas tóxicas no pertenecen a un único ámbito de nuestra vida. Las encuentras en todos lados: en el trabajo, en tu familia e, incluso, en la calle. Es gente que necesita hacer sentir mal a los demás para poder sentirse ellas bien. En algunos casos, estas personas son dañinas para todo el mundo y, en otros casos, para ciertas personas. Por eso, la clave está en identificarlas, para huir de ellas, o lograr que su presencia no cause un efecto negativo en tu vida en los planos físico, mental y emocional.
Para ayudarnos a gestionar estas situaciones y mejorar nuestro bienestar, la psicóloga Rosa Castillo, nos ofrece algunas ideas que te serán útiles a la hora de identificarlas:
- Gestión de las emociones. Buscar ayuda profesional puede ser la mejor opción para huir de este tipo de relaciones. Sin embargo, hay otras opciones que puedes combinar o usar como alternativa. Un ejemplo es recurrir al mindfulness, una técnica de meditación y relajación que te ayudará a hacer frente y aceptar aquello que no puedes cambiar y, además, es uno de los hábitos cotidianos recomendados por una psicóloga experta en bienestar para poder tener un buen día.
- Intentar ignorarlas. En algunos casos, será imposible evitar el contacto con estas personas tóxicas. Entonces, deberás ser paciente y aprender a morderte la lengua, para no permitir que su veneno forme parte de ti. Intentar ignóralas, para no caer en sus redes. En este punto es importante que identifiques hasta qué punto te merece la pena responder o si eso te va a provocar un mal estar aún mayor.

- Evita el contagio. Mantener una distancia emocional es esencial. No es algo fácil, requiere conciencia y saber controlar tus emociones. Sin embargo, si en algún momento sientes la necesidad de responder a esa persona y "pararle los pies", hazlo.
- Sé compasiva. En ocasiones, este comportamiento tóxico surge de la necesidad de enfrentarse a una situación personal difícil. Con este tipo de personas, tiene sentido ser simpática, sin seguirles el juego y marcando ciertos límites, pero entendiendo la situación con compasión. Esto no solucionará la situación, pero muchas veces nos ayudará a verla desde otra perspectiva y gestionarlo mejor con nosotros mismos.
- Defiende los límites. Las personas que no saben decir ‘no’ son aquellas que tienen más opciones de dejarse influir por aquellas que van a ofender, porque no ofende quien quiere, sino quien puede. Por eso, es tan importante saber usar el ‘sí’ y el ‘no’ y aprender a poner límites a los demás. Si eres de las personas a las que aún les cuesta poner ese límite, también puedes recurrir a la guía que contiene las claves para encontrar el equilibrio emocional y la felicidad, que te ayudará en este proceso.

- Mejora tu autoestima. Para alejarte de estas personas, no debes pedir permiso; basta con fortalecer tu autoestima y liberarte, por fin, de la gente nociva. Esto es importante para que sepas identificar dónde quieres poner tus límites y hasta dónde estás dispuesto a ceder ante ciertos comportamientos o actitudes. Recuerda que no siempre tienes que ignorar y mirar hacia otro lado. Si sientes que necesitas poner un límite directamente, con respeto, debes hacerlo.
Reconoce un perfil tóxico
Parece fácil reconocer el perfil de una persona tóxica desde fuera, pero la situación se complica cuando esas personas son de nuestro entorno cercano (amigos, familia, pareja...), ya que en esos casos tendemos a justificar o a ignorar las actitudes tóxicas, pero probablemente sea cuando más daño nos provocan. Por eso es fundamental partir de la base del autocuidado. Si crees que alguien de tu entorno (o incluso tú mismo) está convirtiéndose en una persona tóxica en tu vida, no dudes en buscar ayuda de profesionales que te ayuden a identificar esta situación, y a gestionarla de la forma más adecuada.
Saber romper y alejarnos de las personas tóxicas, y construir relaciones de calidad es tan importante que, según un experto en felicidad de Harvard para ser feliz hay que tener dos personas a las que llamarías en mitad de la noche. La clave para eliminar de nuestras vidas a esas personas que nos afectan negativamente es aprender a reconocerlas. Las personas calificadas como tóxicas causan daño, provocan miedo y generan lágrimas sin ningún fin. Suelen presentar uno o varios de estos rasgos: son egocéntricas, tienen una visión pesimista, no tienen conciencia de sí mismas, ocupan un papel de víctimas, son infelices, no se alegran de los logros de los demás y son envidiosas.