Julián Muñoz, exalcalde de Marbella y exnovio de Isabel Pantoja, ha fallecido en el Hospital Universitario Costa del Sol de Marbella tras estar ingresado varios días por un complicado y agresivo cáncer
Su esposa, Mayte Zaldívar, quien recientemente compartió en televisión cómo era convivir con su pareja y su marido en la misma casa, estuvo a su lado hasta el final. También lo acompañaron sus dos hijas, Eloísa y Elia, y su nieto, quienes lo vieron fallecer en un ambiente de profunda tristeza y cercanía familiar.
Rodeado de todos sus seres queridos
Durante las últimas horas de vida del expolítico, salieron a la luz imágenes que lo mostraban visiblemente debilitado, con un gotero y en silla de ruedas, acompañado por sus seres queridos fuera del hospital. Finalmente, Julián falleció durante la noche, recibiendo el apoyo y cariño de los suyos, satisfecho por haber logrado reconciliarse con quienes más le importaban.

Nacido en El Arenal, Ávila, Muñoz tuvo un estrecho vínculo con Jesús Gil y estuvo involucrado en la trama de corrupción urbanística conocida como el Caso Malaya, que lo llevó a prisión por más de cinco años. En 2021, recibió libertad condicional debido a una grave e incurable condición médica, tras haber sido condenada también su exnovia Isabel Pantoja.
Última entrevista en televisión
En una de sus últimas apariciones en televisión, durante una entrevista en De Viernes, Julián pidió disculpas a su esposa Mayte Zaldívar por el daño causado en el pasado, confesando que quería luchar hasta el final, aunque sentía tristeza por dejar la vida en uno de sus mejores momentos.
Tenía razón Carmen Lomana con que a Julián Muñoz le quedaban pocos telediarios…pic.twitter.com/giVQadkPIX https://t.co/21VQp5ZCp1
— el marc (@marc_con_ce) September 24, 2024
También expresó su decepción por Isabel Pantoja, afirmando que no había sido feliz con ella y considerándola una de las peores personas que había conocido. Aseguró que su relación con Pantoja fue nefasta y que nunca debería haberse separado de Mayte.
Mayte, por su parte, confesó en esa misma entrevista el profundo deterioro físico y emocional que había experimentado Julián en sus últimos días. A pesar de su reconciliación, en el final de su vida, Julián había perdido el ánimo, negándose a comer, dormir, o incluso a quererse a sí mismo, lo que dejó a su familia desconsolada en sus últimos momentos.