El mercado digital cada vez está mucho más expandido y demandado por todo el mundo. Las compras online se han convertido es una auténtica necesidad. Desde hacer la compra de alimentos, hasta hacer un pedido grande de productos procedentes de la otra punta del mundo ya es posible. Probablemente ya tengas fichado el nuevo perchero de Zara Home o el clon del secador más viral entre las mujeres y decides añadirlo a tu lista del carrito, porque te hace sentir bien. Esta es la explicación lógica de por qué hacemos esto.
Ya hay muchos de sus productos que son exclusivos online. Esta es una manera de que se incentive esta forma de comprar. Más cuando llegan épocas concretas, como el Black Friday o rebajas de invierno, donde es muy común preparar la cesta de la compra con las prendas o productos que quieres antes de los periodos y esperar a que se rebajen para, finalmente, proceder a su compra. Un reciente estudio de la Universitat Oberta de Catalunya ha demostrado que la acción de añadir y añadir elementos a la lista de la compra, sin comprarlos finalmente, es adictiva.
Estas son algunas de las acciones que ha investigado el neurocientífico Diego Redolar: la razón por la que somos adictos a llenar el carrito online. El experto es también profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. Explicó que "la idea de buscar y comparar los precios de algo que nos gusta y después ponerlo en la cesta libera mucha dopamina".

Esta sustancia es la responsable de que sintamos placer por algunas acciones o pensamientos. Es por ello, por lo que nos hemos vuelto adictos a esta práctica que está al alcance, literalmente, de nuestra mano.
Dentro de la mayoría de comercios online, existen varios apartados, entre ellos, el de favoritos. Se podría pensar que este es mejor para ir coleccionando los artículos deseados. El experto ha señalado que tener una lista de la compra casi preparada para darle a "comprar" es mucho más placentero que ir añadiéndolo en favoritos. Además, las empresas se han percatado de esta actividad y es por ello, por lo que implementan estrategias de marketing para incitar al usuario a comprarlas finalmente.
Una conducta adictiva que activa dos partes del cerebro encargadas del placer
Este acto de "casi compra" hace que entren en juego dos partes del cerebro. Por un lado, el núcleo accumbens, que es la capaz de transmitir el deseo del sujeto y traducirlo en acción; y la corteza prefrontal dorsolateral, la que controla la conducta del individuo. En la primera zona se libera dopamina en el sistema de recompensa, un complejo neuronal que siente y experimenta sensaciones de deseo y placer como respuesta a determinados estímulos electroquímicos. A continuación, se activa la segunda parte del cerebro, que procesa los pros y los contras del producto añadido al carrito.

Estas dos partes reciben dopamina que es segregada por el cerebro. Se activan estas dos zonas señaladas anteriormente y es cuando sentimos esa sensación de satisfacción. Este placer "dura mientras los productos están en la cesta y los días de después de haberlo puesto ahí", asegura el neurocientífico. Otro apunte que hace es que no se disfruta tanto cuando finalmente acabamos comprando algún producto de la lista.
Cómo afectan las estrategias de marketing al usuario
En esta actividad, también entran en juego el marketing. La experta Ana Jiménez, asegura que el acto de añadir productos a la lista se hace "para comprobar el importe total". Existe otro fin, además de sentir placer, de añadir estos elementos a la compra y este es tenerlos controlados. En épocas de rebajas o descuentos, muchos usuarios, para tenerlos controlados, los añaden al carrito de la compra para ver cómo fluctúa su precio.

Existen estrategias, por parte de las empresas, que aplican cuando notan que un cliente está comparando el precio. "La aplicación de precios dinámicos es la técnica que reajusta el precio para convencer al consumidor", asegura la experta en marketing. Además de esta, otras técnicas que utilizan mucho los comercios online es la de avisar de que el stock de un producto se está agotando, con el número de productos que quedan o tachar de la lista los productos que ya no están disponibles.