Las flores representan un atractivo para las mujeres, quienes disfrutan tanto de comprarlas como de lucirlas ideales en sus hogares. Aunque algunas puedan no apreciar el gesto de recibirlas como regalo, el acto de elegirlas y alegrar el entorno con su presencia es irresistible para la mayoría.
Sus coloridos agregan un toque de gracia y vitalidad a cualquier espacio, convirtiéndolas en una decoración imprescindible para quienes valoran la estética y el ambiente acogedor en sus vidas.

Sin embargo, la duda llega a la hora de saber cuál elegir. Pese a llevar una idea clara, al final se escoge la que más llama la atención, aunque antes de llegar no supieras ni que era.
Aunque cuando se trata de despertar interés, los tulipanes destacan sin duda alguna. Esta llamativa flor, símbolo indiscutible de los Países Bajos, tiene sus raíces en Persia y ha logrado integrarse de manera profunda en nuestra sociedad siendo una de las opciones favoritas para decorar un espacio con elegancia.
El tulipán, famoso por su forma distintiva y la variedad de sus colores, es una de las flores más emblemáticas y reconocibles en todo el mundo.
Presentan una flor solitaria por tallo, compuesta por seis pétalos o tépalos. Sus tipos se diferencian en su tamaño, forma y color. Sin embargo, su diversidad y riqueza de variedades son capaces de conmover hasta al observador más exigente, ya que cada tulipán tiene un significado único y particular.
Para entender la esencia oculta detrás de cada tulipán, hay que adentrarse en un mundo repleto de colores y formas, explorando sus distintas características y, por supuesto, su simbolismo. No obstante, como en todo, entre ellos existen ejemplares que destacan por ser los más reconocidos.

El tulipán amarillo es una flor doble que su luminosidad transmite sentimientos de alegría, optimismo y felicidad, convirtiéndola en un símbolo de amistad sincera, amor y valor.
Su nombre proviene de su textura amarilla aterciopelada, similar a la mantequilla recién extendida en una tostada por la mañana.

Otra variedad digna de mención es la princesa Irene, una variedad de tulipán que destaca por su mezcla de colores. Con un intenso naranja y delicadas pinceladas de púrpura, la fusión de estos colores lo hace destacar de manera excepcional, creando un espectáculo visual.

Por otro lado, un tipo que destaca por su característica forma es el tulipán Angélica. Esta flor de corola de pétalos dobles y color rosado, parece una peonía más que un tulipán. Se trata de una de las variedades más elegantes, perfecta para utilizar en guirnaldas y ramos.

Pero hablando de formas características no podemos olvidar el tulipán Fancy Frills. Esta variedad de borde encrespado suele ser la joya del jardín. Su elegante color en rosa empolvado lo convierte en una decoración ideal para lugares de estilo retro.

Por último, presentamos una de las variedades más misteriosas de esta famosa flor. El tulipán reina de la noche es la más oscura que se conoce hoy en día. Con matices en tonos púrpura y su aspecto aterciopelado desprende belleza de forma seria y elegante.
Con esta variedad se pueden tratar enfermedades intestinales y respiratorias y se emplea como diurético, antiséptico y cremas para la piel.
Aunque hay numerosas variedades de esta planta, su cultivo suele ser sencillo. Simplemente hay que tener en cuenta el tipo de suelo o sustrato y el riego que se le va a ofrecer.
La época para su plantación es un periodo bastante amplio. Esta flor puede plantarse desde mediados de verano hasta principios de invierno.

Al ser una especie bulbosa, requiere un suelo mullido y ligero, con gran contenido en materia orgánica. Asimismo, se le puede añadir una mezcla de arena sobre el sustrato, a la que luego habrá que sumarle estiércol.
Debido a su forma, se recomienda agruparlos o mezclarlos con otras especies bulbosas.
Aunque su crecimiento no se verá afectado por la luminosidad, los tulipanes crecen mejor en zonas con bajo nivel de iluminación, ya que requieren una humedad entre el 70 y el 80%, valores que son más fáciles de alcanzar en zonas de semi sombra con un riego rutinario.
En cuanto a la temperatura, suelen aguantar muy bien el frío y no soportan las condiciones de calor alto, que para ellos es mayor a los 18º.