El deporte toma las calles de Madrid para decir “basta” a la violencia machista: así se vivió la XI Carrera contra la Violencia de Género

Miles de personas recorren el centro de Madrid en una carrera simbólica que une deporte, memoria y denuncia social en la lucha contra la violencia de género.

Madrid se echó a correr este domingo en una cita que convirtió el deporte en un grito colectivo contra la violencia de género.

Más de 2.000 personas se reunieron en el Paseo de Recoletos en una mañana cargada de emoción, compromiso y reivindicación. La XI Carrera contra la Violencia de Género ha vuelto a demostrar que el deporte también es una poderosa herramienta de transformación social. Con un recorrido de cinco kilómetros por el corazón de Madrid, la cita ha reunido a corredores de todas las edades y perfiles unidos por un mismo mensaje: tolerancia cero frente a la violencia machista.

Desde primera hora, el ambiente era festivo, pero también cargado de simbolismo. Camisetas con lemas, pancartas, abrazos, música en directo y hasta lágrimas han acompañado a los participantes en una jornada donde cada zancada se ha convertido en un acto de memoria, denuncia y esperanza. La carrera ha sido mucho más que una prueba deportiva: ha sido un grito colectivo por todas aquellas que ya no pueden correr.

Un paseo reivindicativo por el corazón de la ciudad

Este domingo 25 de mayo, el céntrico Paseo de Recoletos de Madrid se transformó en una auténtica pasarela de compromiso, esperanza y sororidad. A las 9 de la mañana, más de 2.000 personas tomaron la salida en la XI Carrera contra la Violencia de Género, una cita organizada por la revista Mía y la revista Marie Claire con el apoyo del Ministerio de Igualdad, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.

La Comunidad de Madrid desempeñó un papel fundamental en la organización y promoción de esta iniciativa, reafirmando su compromiso con la erradicación de la violencia machista. Además, Aena se sumó como entidad colaboradora, aportando su apoyo logístico y reafirmando su compromiso con causas sociales de relevancia.

Otra de las entidades colaboradoras en la XI Carrera contra la Violencia de Género fue Clariane, que habilitó un espacio especial para los corredores. Con esta iniciativa, Clariane reafirmó su apuesta por el bienestar integral, no solo en sus centros asistenciales, sino también en eventos sociales y comunitarios que promueven valores como la igualdad y el respeto.

Durante cinco kilómetros, desde Cibeles hasta la Plaza de San Juan de la Cruz, los corredores recorrieron la ciudad bajo un mismo lema: alzar la voz contra una violencia que aún hoy sufren miles de mujeres. Y lo hicieron con alegría, fuerza y una energía que contagió a todos los que se acercaron a animar.

Peugeot: movilidad y visibilidad en la lucha

Peugeot, como patrocinador principal del evento, tuvo una presencia destacada durante toda la jornada. La carrera fue inaugurada por el nuevo Peugeot E-208, un modelo 100 % eléctrico que encabezó el recorrido, simbolizando el compromiso de la marca con una movilidad sostenible y responsable.

Además, los asistentes pudieron conocer de cerca el innovador Peugeot E-3008, que estuvo expuesto en la zona de actividades. Este vehículo de última generación, que combina diseño, tecnología y eficiencia, captó la atención del público y reforzó el mensaje de que el progreso tecnológico puede ir de la mano con causas sociales como la lucha contra la violencia de género.

PEUGEOT E-3008 en la XI Carrera contra la violencia de género.

Una mañana de música, deporte y mucha emoción

Desde las 8:30 de la mañana el ambiente ya era especial. Los coches de Red Bull irrumpían en la escena para animar a los participantes, mientras que la monitora de Viva Gym se subía al escenario para guiar una animada sesión de estiramientos colectivos. Al ritmo de la música, cientos de corredores: niños, adultos y mayores, se movían al unísono en una escena que combinaba deporte y compañerismo.

Diez minutos antes del inicio, la emoción se palpaba. El speaker calentaba el ambiente entre aplausos, abrazos y selfies. A las 8:55 tuvo lugar el simbólico acto de corte de cinta, en el que participaron Marta Ariño (CEO de Zinet Media Group), Marta Espresate (Brand Manager de Zinet Media), Joaquín Tagar (Fundación Soledad Cazorla) y Ana Lozano (Clariane). El gesto marcó el inicio de una carrera que, más allá del cronómetro, fue una auténtica declaración de intenciones.

Monitora de Viva Gym. Foto: Alberto Carrasco

Cinco kilómetros para avanzar juntas

A las 9:00, el pistoletazo de salida dio paso a una marea humana que avanzó con fuerza y alegría por las calles de Madrid. El recorrido de 5 km discurría por lugares tan icónicos como Colón, Rubén Darío o Gregorio Marañón. Y aunque algunos iban a ritmo de carrera y otros caminaban, todos compartían el mismo objetivo: correr contra el silencio, correr por todas.

A los 14 minutos llegaba el primer corredor masculino, y a los 17 la primera mujer. Sin embargo, cada llegada fue celebrada con la misma intensidad: desde los más veloces hasta quienes cruzaron la meta en 52 minutos fueron recibidos con aplausos y mucho orgullo.

Mientras los últimos participantes llegaban, la monitora de Viva Gym volvía al escenario para animar el ambiente con coreografías y baile. Poco a poco, corredores, acompañantes y público se unían a esta segunda “carrera”, esta vez desde el corazón y la alegría.

Salida carrera. Foto: Alberto Carrasco

Premios con nombre propio y compromiso colectivo

A las 10:00 comenzó la entrega de premios, donde se reconoció a los ganadores de las distintas categorías: absoluta masculina y femenina, infantil masculino y femenina y ambulante. Los trofeos fueron entregados por representantes de entidades colaboradoras que también quisieron mostrar su implicación en la causa.

En la categoría absoluta masculina, participaron en la entrega Laura Pérez (Urbaser), Marta Cortés (Enagás) y Ana Lozano (Clariane). En la absoluta femenina, los premios fueron entregados por Marta Ariño, Marta Espresate y Joaquín Tagar. También se premió con cariño y reconocimiento a los más pequeños y a aquellos que participaron de forma ambulante, demostrando que esta carrera no es una cuestión de velocidad, sino de voluntad y compromiso.

Entrega de premios. Foto: Alberto Carrasco

Una cita que va más allá del deporte

La Carrera contra la Violencia de Género no es solo un evento deportivo. Es una acción colectiva, social y emocional que busca visibilizar una realidad que aún necesita del compromiso de todos. Desde instituciones hasta empresas, pasando por los propios ciudadanos, esta cita demuestra que cuando nos unimos, somos más fuertes.

Los organizadores cerraron el evento agradeciendo la implicación de todos los asistentes y recordando el verdadero propósito de la jornada: seguir luchando hasta erradicar cualquier forma de violencia hacia las mujeres.

Con esta undécima edición, la carrera se consolida como un símbolo de resistencia, unión y esperanza. Un espacio donde el deporte se convierte en una herramienta de concienciación, donde el cuerpo se mueve pero el mensaje se graba en el alma: ni una más, ni una menos.

Y así, entre abrazos, sonrisas y zapatillas gastadas, Madrid volvió a decir bien alto y claro que la violencia de género no tiene cabida en nuestra sociedad.

LLegada a meta. Foto: Alberto Carrasco

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