Para conservar en perfectas condiciones las plantas del acuario, debes satisfacer todas sus necesidades.
Adaptación al medio
Tenemos que cuidar las plantas del acuario tanto como cuidamos a los peces, ya que todas ellas requieren unas atenciones básicas y no pueden sobrevivir en un medio adverso. El pH, la temperatura del agua o el tipo de sustrato, son algunos de los factores que debes valorar a la hora de elegirlas. También es importante que previamente elijas los colores, los tipos, las texturas y el modo con el que disponerlas en el acuario para tratar de complementar unas con otras.
Antes de introducir las plantas en el acuario es importante que elimines los parásitos y las partes dañadas. Una vez en el agua, controla la luz y su alimentación, ya que todas las plantas de raíz necesitan fertilizantes para desarrollarse sanas y fuertes. Por otro lado, ten en cuenta que, en cuanto a la intensidad lumínica, cada especie tiene unas necesidades específicas.
Sea cual sea la especie que has escogido, el sustrato que utilices para las plantas deberá permitir el libre movimiento de las raíces y del agua; una ligera capa de arena gruesa es lo más adecuado. Por otro lado, para facilitar su crecimiento, deja espacio suficiente entre ellas, pues así la luz puede penetrar hasta el sustrato y, de este modo, se evita que las hojas mueran.
Haz una prueba antes de meter las plantas en el acuario: distribúyelas de la forma que quieras en una bandeja, así te harás una idea de cómo van a quedar. Las plantas altas deben situarse en el fondo del recipiente y las más pequeñas delante, pues se verán mejor. Para combinarlas bien, ten en cuenta los colores, los tamaños y las formas de las hojas.