Todas nos hemos hecho alguna vez la pregunta de si de verdad sirve que nuestros pequeños hagan deberes en casa, después de haber pasado casi toda la jornada asimilando nuevos conceptos en la escuela.
Lo cierto es que los niños tienen que aprender cosas nuevas para poder crecer como personas, y los deberes van vinculados a que absorban todas las ideas que les enseñan durante las horas lectivas. Sin embargo, también necesitan desconectar de la rutina saliendo a la calle y jugando con otros niños.
Ahora que llega el inicio del curso, Brandy Young, una profesora del norte de Texas, ha puesto el punto de mira en otro aspecto muy importante para la evolución personal de los pequeños. La maestra ha anunciado a los padres de sus alumnos que no mandará ninguna tarea extra en todo el curso, sino que sus párvulos realizarán “solamente el trabajo que el estudiante no haya podido terminar durante el día escolar”.
Y es que los deberes que normalmente hacían los niños irán ahora destinados a los padres. Young, maestra en la escuela primaria Godley (estado de Jhonson), considera que es necesario que los progenitores pasen más tiempo con sus hijos, pues “eso sí que se ha demostrado que les ayudará a ser mejores estudiantes”, según ha plasmado en la carta que ha mandado a todos los padres.
La ‘nueva política de deberes’ se hizo viral cuando una de las madres la subió a las redes sociales, consiguiendo que fuera compartida más de 71.500 veces. Allí, la profesora establece que las tareas asignadas a los padres serán “cenar en familia, leer juntos, jugar al aire libre y llevar a sus hijos temprano a la cama”.
Todo un precedente para un debate que está en la calle y en el que no nos ponemos de acuerdo. ¿Estamos a favor o en contra de que nuestros hijos hagan deberes en casa?
