El lavavajillas es un electrodoméstico que necesita “cariño” en forma de limpieza. No requiere apenas mantenimiento como sí lo demandan otros productos similares que tenemos en casa, pero al igual que la lavadora o el frigorífico, el lavavajillas hay que limpiarlo a fondo periódicamente para que sea efectivo en lo que le pedimos, dejar impoluta nuestra vajilla, cubertería, vasos y demás artículos de menaje.
Actualmente, los supermercados venden en sus lineales de productos de limpieza productos específicos para limpiar el lavavajillas. Pero no son para limpiar las partes interiores del lavavajillas, sino que su cometido es limpiar los conductos internos del mismo. “Habitualmente, basta con abrir el envase del producto limpiamáquinas, colocarlo boca abajo en el cestillo de los cubiertos dentro del lavavajillas vacío, cerrar la puerta y programar el ciclo de lavado que recomiende el fabricante del limpia máquinas”, indica la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que recomienda utilizar estos productos una vez cada mes o dos meses.
Pero esto no es suficiente. Así lo dice la OCU , que recuerda la importancia de hacer una limpieza periódica de su interior. “Debido a los restos de grasa, de comida y a las impurezas del agua el lavavajillas puede empezar a oler mal o a dejar restos de suciedad en el menaje”, explica la organización.
Así se hace una limpieza a fondo del lavavajillas
Son tres cuestiones las que, según la OCU, debes tener en cuenta a la hora de hacer una limpieza periódica de tu lavavajillas: “vaciar el cestillo del filtro siempre que tenga restos, cepillar el filtro grande al menos una vez al mes y limpiar las aspas un par de veces al año”, señala la OCU.
Los filtros del lavavajillas se encuentran en la zona inferior de la cubeta inferior. “Es el encargado de recoger los restos de suciedad para que no vayan al desagüe”, explica la OCU, que aclara que suelen tener dos piezas, “un cestillo de plástico que retiene los residuos más grandes y, a su alrededor, una superficie metálica perforada”, añaden.
Este primer paso de la limpieza es mejor hacerlo una vez a la semana si se usa con frecuencia el electrodoméstico. También cuando han quedado restos. “Para acceder a él, saca la bandeja inferior hasta que puedas ver el fondo del aparato. Después, en la mayoría de los aparatos, solo tienes que girar el cestillo de plástico en el sentido contrario a las agujas del reloj: la placa quedará suelta, tira hacia arriba y podrás sacarla”, expone la OCU.
Una vez retires los residuos del cestillo, lo adecuado es enjuagarlo con agua y retirar también los fragmentos pequeños. Además, este es el momento de limpiar la placa metálica. Para ello, haz uso de un cepillo y agua con unas gotas de jabón o de un estropajo. “Si el filtro estuviera muy sucio, puedes dejarlo a remojo 30 minutos en agua caliente”, apunta la OCU. Una vez limpio, coloca todo de nuevo en su sitio y recuerda girar el cestillo en el sentido de las agujas del reloj para que quede bloqueado.
Las bandejas, por su parte, es recomendable sacarlas del lavavajillas para limpiarlas a fondo por separado. Revisa que no tengas restos de comida enganchados y procede a limpiarlas. ¿Cómo? La OCU recomienda hacerlo pasando un trapo húmedo y secando después con papel de cocina las bandejas. “Revisa también los carriles y comprueba que se deslizan fácilmente”, apostilla la OCU.
El penúltimo paso es limpiar la junta de la puerta antes de limpiar las aspas del lavavajillas y completar la limpieza. Para la junta, la OCU recomienda “pasar un paño húmedo por la goma de la puerta del lavavajillas, ya que ahí también se pueden acumular restos de comida o incluso moho”. Puedes ayudarte también de un cepillo pequeño.
En cuanto a las aspas, se sacan fácilmente, de manera que es bueno hacerlo al menos una o dos veces al año. “Suelen ir a rosca o simplemente tienes que hacer una pequeña presión para sacarlas”, dice la OCU. Una vez estén fuera las aspas, basta con limpiarlas con agua y jabón del grifo o desengrasante. Importante, de nuevo, que no queden restos de comida.
En caso de que no puedas quitar dichos restos, la OCU recomienda meter las aspas en un barreño con agua muy caliente y después darle con un chorro de agua a presión del grifo. Lo que haga falta para que quede limpia esta pieza que es esencial para el buen funcionamiento del lavavajillas.
Y recuerda que, si bien no es aconsejable enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas por el despilfarro de agua que supone, sí es fundamental eliminar bien todos los restos de alimentos que queden en ellos. Y si lo que vas a meter es una cacerola con restos pegados, es mejor dejarla antes un tiempo en remojo y luego retirar dichos restos antes de meterla en el lavavajillas.
Además, aprovecha la limpieza para revisar que los niveles de sal son los correctos, y si no es así, rellena el conducto donde va la sal con la cantidad que necesite el lavavajillas para funcionar bien.