Remedios naturales contra el acné
No es un mal reservado únicamente para adolescentes: hay adultos a los que también les toca sufrirlo. Si sabes de lo que hablamos, toma nota de estos ungüentos caseros para aliviarlo.

Secado rápido
El aceite esencial del árbol de té es antiséptico y antiinflamatorio, y seca rápidamente los granitos. Puedes echar una gota sobre un bastoncillo o un disco de algodón y aplicarlo directamente sobre la piel: deja actuar unos minutos y lávate la cara. No obstante, como este método puede irritar la piel a algunas personas, Diana Burillo, de Handmade Beauty, sugiere una alternativa: "Tritura la cáscara de una naranja, echa unas gotas del aceite y mezcla hasta formar una pasta. Aplícatelo y lávate después de unos minutos".

Este aceite, sí
El de jojoba es el único aceite vegetal recomendado para pieles con acné. Mientras que el resto son muy grasos para el cutis, éste "contiene ceramidas muy semejantes a las de nuestra piel, por lo que ayuda a reponer las lesiones y equilibrar la secreción de sebo que provoca los bloqueos y las infecciones en los poros", explica Elena Cibrián, de tunaturopata.es. Pero además, es profundamente hidratante. Diana Burillo aclara que puedes usarlo directamente sobre la piel, pero también, si quieres, puedes añadirle unas gotas de aceite esencial de lavanda o geranio, pues "ambos son antisépticos y calmantes".

Agua de mar
"La sal ayuda a mejorar el pH de la piel y a eliminar bacterias", explica Burillo. Después de utilizar tu limpiador habitual, humedece tu piel con agua con sal de mar, bien lavándote la cara con ella, bien pasándote un paño mojado para retirar el exceso de producto. "Luego es recomendable usar un tónico facial" e hidratarte.
Un consejo: asegúrate de que tu crema es oil-free o de que el aceite que lleve es de jojoba.

Exfoliante casero
Aunque conviene hacerlo, exfoliar puede irritar una piel muy sensible a causa del acné. Por eso, Diana Burillo aconseja elaborar un exfoliante suave en casa. Por ejemplo, con avena: "Tritúrala hasta que sea casi polvo y mézclala con alguna"> leche vegetal (por ejemplo, la de avena) o con té blanco o verde", aconseja. Masajea con movimientos circulares y repite el proceso una vez a la semana.

Tónico de romero
El hidrolato o agua esencial de una planta se consigue a través de su destilación y sirve como tónico facial. El de romero, en concreto (de venta en herbolarios), es ideal para pieles grasas. O también puedes hacer "una infusión con la planta de romero fresca y agregar una cucharada de sal rosa del Himalaya", dice Burillo. Empapa un algodón y aplícatelo después del limpiador, a modo de tónico.

Mascarilla absorbente
Las arcillas (y en especial, la verde), se usan para absorber el exceso de grasa de la piel. Para conseguirla, "mezcla 50 ml de agua templada con arcilla hasta conseguir una pasta y añade 4 gotitas de aceite esencial de árbol de té puro", dice Elena Cibrián; déjalo actuar 20 minutos y retíralo bien con agua. Burillo, por su parte, ofrece otra receta: mezcla la arcilla "con una infusión de manzanilla y unas gotas de aceite esencial de lavanda". Utilízala una vez por semana.