A su llegada a First dates, Encarna reveló su tipo ideal de hombre, comparándolo con la elegancia de Carlos Sobera: "A mí me gustan los hombres como el presentador, ese es mi tipo, mi marido era igual".
La barcelonesa, segura de sí misma, notaba cómo llamaba la atención de los hombres a su paso: "Salgo a la calle y los hombres se giran, no sé qué es lo que tengo, porque voy muy recatadita, pero donde hay un hombre, se gira".
Su admiración por Sobera se hizo realidad cuando, al llegar al restaurante, fue recibida por el presentador con entusiasmo: "¡Qué ganas tenía de conocerte!", exclamó Encarna visiblemente emocionada.
Su cita fue José, un soldador jubilado con una visión romántica de la vida: "Tengo un almacén de amor en el cuerpo". Ambos compartieron sus deseos de encontrar una pareja con quien compartir el resto de sus vidas.
La química entre Encarna y José fue palpable desde el principio. José se quedó sin palabras al verla, mientras ella lo describió como "un hombre muy elegante, muy bien vestido y huele muy bien". Y decidieron avanzar a la cena para profundizar en su conexión y descubrir si había algo más que los unía.
La conversación fluyó naturalmente y ambos expresaron su deseo de buscar una relación seria. José se mostró dispuesto a dar el siguiente paso: "A mí no me importaría ir a vivir con ella si la distancia nos obliga". Encarna, por su parte, confesó sus anhelos de tener una pareja estable e incluso casarse.
Al finalizar la cita, ambos estaban seguros de querer explorar esta conexión más a fondo. José expresó su interés en una segunda cita, convencido de haber encontrado a alguien especial. Encarna también deseaba continuar conociendo a José, pero con cautela y paso a paso.
