El crochet tiene beneficios impensables para la mente y el cuerpo, según un estudio científico. ¿Sorprende? No tanto si eres nieto de una abuela aficionada al ganchillo, que es como ellas le llaman a coser con aguja e hilo, ya sea con una, como el crochet, palabra que les suena a chino, o con dos agujas.
Que el crochet o el ganchillo era un pasatiempos la mar de divertido ya lo sabíamos por ellas, nuestras queridas abuelas. Y sospechábamos también viendo el mucho bien que les hacía —se relajan, trabajan mente y psicomotricidad fina, les nutre el autoestima, etcétera— que los beneficios de esta actividad de ocio y artística eran numerosos.
Desde luego, muchos más que los posibles efectos negativos, si es que tiene alguno. Quizá, si acaso, que no es una actividad que promueve la salud física porque no requiere movimiento, pero esto se arreglaba con el paseíto diario. Ahora la ciencia confirma nuestras sospechas, así que si eres de esas miles de personas que se ha aficionado al crochet, que tiene cientos de canales gratuitos en Youtube para darte ideas y consejos, o estás buscando actividad lúdica en la que probar suerte, no lo dudes: sigue en ello o cómprate ya los materiales y estrénate.
Beneficios del crochet para la salud física y mental
Ha sido el trabajo elaborado por un equipo de investigación de la universidad de Cardiff (Gales) quien ha confirmado los múltiples beneficios del crochet para la salud física y mental.
La investigación señala que tejer, en cualquiera de sus disciplinas, incluido el crochet, por supuesto, es una actividad terapéutica porque no solo tiene beneficios individuales, sino que también los tiene a nivel social si se desarrolla en grupo, algo que ya ocurre en muchas ciudades que ofrecen talleres especializados a su población.

El estudio considera que tejer en reuniones sociales, en grupos, es una forma magnífica de fortalecer lazos de amistad, lo cual a su vez impacta en el bienestar mental y, por ende, en la calidad de vida de las personas que tienen este hábito de hacer crochet o ganchillo con más personas.
Estos beneficios sociales, en los que quizá no habías caído, se unen a los que seguramente sí sospechabas que el crochet tenía. Es el caso de la estimulación de la creatividad, factor esencial en la salud mental que también es de gran ayuda desarrollar para aspectos de la vida como la resolución de problemas.
Otro beneficio del que habla el estudio de la universidad de Cardiff es el de la satisfacción personal. Al fin y al cabo, tejer es una acción cuyo proceso se ve reflejado en un resultado final que además suele tener un uso práctico muy concreto, lo cual hace todavía más satisfactoria la sensación de haber logrado el objetivo, de haber superado el reto y de haber hecho bien el “trabajo”. La sensación que genera, en definitiva, es de alegría.
También hay que resaltar como parte de la lista de beneficios del crochet y del ganchillo el trabajo psicomotor y mental, ya que estamos trabajando la habilidad fina con nuestras manos y estamos activando de manera intensa el cerebro, cuyas conexiones mejoras porque emite órdenes constantemente para ejecutar cada acción al tejer.
Este trabajo de la psicomotricidad fina es especialmente interesante para personas con dolor crónico de afecciones como artrosis, artritis o síndrome del túnel carpiano y para personas de avanzada edad o todo lo contrario, niños y niñas que, con material adecuado a su edad, se inician en esta actividad.

Y, por último, cabe mencionar también los beneficios que aporta al estado de ánimo el tejer por la capacidad de relación que tiene, que estudios como el citado y expertos asimilan a la que tiene la meditación. No en vano, tejer una prenda en crochet o en ganchillo implica potenciar mucho la concentración en cada acción que realizamos, detalle que comparte con cualquier técnica de relajación.