María Castro relata emocionada cada momento de su parto: 'gracias Emma por elegirme'

La actriz no lo ha tenido fácil en su embarazo ni en su parto. Al ser una tercera cesárea estaba complicado, sin embargo, todo salió bien como nos cuenta María.
María Castro y su marido con su hija Emma.

María Castro ha vivido muy intensamente su tercer embarazo. No ha sido un camino fácil pues ha tenido que someterse a algunos tratamientos durante el embarazo y su parto tenía un riesgo elevado por tratarse de una tercera cesárea.

María Castro y su marido con su hija Emma. - Instagram

Sin embargo, nada ha detenido a la actriz en su deseo de ser madre por tercera vez, a pesar de los riesgos a los que se sometía. 

Incluso escribió en redes unas carta a su hija recién nacida que un día podrá leer: “Llegas con la CALMA propia de haber nacido velada y a la vez con toda la FUERZA de la naturaleza, capaz de cerrar un ciclo, el de mi maternidad (3 cesáreas son más que suficientes), y con ello sanar heridas… y todo ello mientras cumples sueños…Nuestro sueño de vida!”

María Castro en el hospital junto a Emma. - Instagram

La actriz ha desvelado un detalle que hasta ahora no se sabía y es que su hija había nacido "velada". Un parto velado es el que la bolsa amniótica, que contiene las aguas, no se rompe, y el bebé nace sumergido en el líquido amniótico envuelto en la bolsa, a modo de 'velo'.

Así nació Emma, la hija de María Castro. La actriz cuenta que entró tranquila al quirófano a pesar de que en esta ocasión, por el riesgo que entrañaba el alumbramiento, no dejaron pasar a su marido. 

María Castro junto a su marido y a sus dos hijas.

“Los que me conocen bien, saben que soy inquieta, pero no “nerviosa” para enfrentarme a las situaciones límite… y ahí tengo que decir que igual cuento con ventaja… porque siempre he pensado que mi tío Suso me vigila desde arriba, y sabrá tocar la tecla que corresponda, en caso de que algo se tuerza” -escribe María en su Instagram.

Lo cierto es que además de tranquila, María estaba muy emocionada al despedirse de su marido, según explica ella misma: “Al despedirme de José lloré…obvio sí! Pero de pura emoción…por conocedora de lo que iba a vivir una vez más!”.

María Castro con su familia. - Instagram

En un relato que ha emocionado a todos sus seguidores, María explica con detalle los riesgos que afrontaba en aquel momento y de los que era completamente consciente. 

Las terceras cesáreas "no son de las operaciones favoritas de médicos y anestesistas. El útero debe contraerse, nada más “despegarte” al bebé de las entrañas…y cuantas más cicatrices tenga, puede que esa función se vea disminuída…y en ese caso poco más pueden hacer que esperar, y tener bolsas de transfusión por si... Por suerte allí se quedaron las mías, intactas, porque todo salió como se esperaba…

María Castro, dándose un merecido homenaje. - Instagram

A pesar de estar dormida de cintura para abajo, María asegura que podía notar todo. Dolor no, pero sí el resto y lo detalla con claridad: "Quién ha vivido una cesárea, sabe que se siente absolutamente TODO! No duele (eso ya tiene lugar después…)

Según María "percibes el olor de tu piel quemada, mientras se adentran capa tras capa en tu ser…. Percibes la tensión y concentración de todo el personal presente, que es mucho…. Sientes los tirones tratando de despegar una vida de la tuya propia…”

Y tras tirar y tirar para “despegarla” de mi, la bolsa estalló, el “ohhhhhhh” rompió el silencio de la sala, y el llanto de Emma inundó mi corazón…”, En ese momento todo lo que sucedía alrededor carecía de importancia para ella, pues según escribe se desconectó del mundo para conectarse a Emma, su hija. "Gracias Emma por elegirme", acertó a decir. Su tercer corazón, como María la llama, había llegado al mundo.

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