A lo largo de su carrera, Rosa María Calaf ha demostrado que el periodismo no es solo una profesión, sino una misión de vida. Su compromiso con la verdad y la justicia, combinado con su perspectiva única, la han convertido en una de las figuras más respetadas del periodismo en España. Aunque nunca ha buscado ser la protagonista de sus reportajes, ahora levanta la voz por todas aquellas compañeras que se enfrentan a peligros en zonas de guerra.

La veterana reportera quiso poner el foco en un aspecto que no se suele abordar, el doble peligro que corren las reporteras; la muerte y la violación en una zona en guerra: "La sexualización del ataque es algo que está ahí", explicó.
La propia periodista relató un incidente que sufrió ella misma hace años. Habló sobre el intento de violación que sufrió en Yugoslavia en los años 90, perpetrado por la mano derecha del general Dragomir Milosevic. Aunque en su momento decidió guardar silencio, hoy en día habla abiertamente de ello para visibilizar este grave problema.

"No hablé de ello en su momento porque me parecía que era distraer la atención del tema real, que era lo que sucedía a las mujeres locales", confesó. El incidente tuvo lugar durante su cobertura de la guerra de los Balcanes y "al final no pasó nada, fue un intento", recalca Calaf.
Una de las contribuciones más significativas de Calaf ha sido su enfoque en "aportar la visión femenina de todos los problemas". Este alegato, que comenzó a defensora en los años 70, ha definido su trabajo y la ha convertido en una destacada defensora de la igualdad de género en el periodismo.

Rosa María Calaf ha recorrido el mundo entero, llevando consigo a millones de españoles que han seguido sus reportajes durante sus 40 años de carrera. A sus 78 años, esta periodista incansable ha visitado 184 países, informando desde los lugares más remotos y peligrosos del planeta. Su icónico cabello rojo con una mecha blanca se ha convertido en un símbolo de su valentía y dedicación.
Calaf ha dejado una huella imborrable en el periodismo español, no solo por su extensa trayectoria, sino por su capacidad para abordar temas complejos con una perspectiva única y una sensibilidad especial hacia los problemas que afectan a las mujeres. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de periodistas que buscan seguir sus pasos y cambiar el mundo a través de sus historias.