El rey Felipe VI regresó esta semana de de El Salvador después de asistir a la investidura del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. A su llegada al país el jefe del Estado fue recibido por la canciller de la república salvadoreña y también por el embajador español allí, sin embargo, hay otra instantánea que está siendo muy comentada en redes sociales: la del encuentro entre el rey con un viceministro de Exteriores con un importante pasado como actor de telenovela.
Estamos hablando de Carlos de la Mota, quien, desde hace más de dos décadas, se introdujo en el mundo de los melodramas. El intérprete obtuvo una gran fama internacional gracias a sus papeles en algunas de las telenovelas más influyentes de Latinoamérica. Es más, hoy en día, se le sigue recordando por varios de estos personajes, aunque él hace tiempo que no pisa un plató de rodaje.
Carlos de la Mota nació en La Vega, en la región norte de la República Dominicana. Durante los primeros años de su vida vivió en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos) y posteriormente en Santo Domingo, En Santiago de los Caballeros (República Dominicana), con apenas 23 años, se graduó de arquitecto en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, profesión que comenzó a ejercer inmediatamente tras graduarse (trabajando en una institución gubernamental) y a la que se dedicó de manera exclusiva durante algunos años.
Luego de trabajar para el gobierno dominicano como arquitecto, se trasladó a México, donde decide comenzar una carrera como actor sin dejar de ejercer la arquitectura. Se graduó del Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa como actor en México D.F. (capital de México) a los 26 años. Hizo su debut como actor por primera vez frente a las cámaras en la popular telenovela juvenil Clase 406 en 2003.
En 2007 realizó de manera magistral el personaje de Mr. James O’Brian, con lo que impresionó a los telespectadores al hablar español con un marcado acento inglés anglosajón en la telenovela Destilando amor. Su personaje tuvo mucha aceptación por parte del público latinoamericano y estadounidense. Luego fue llamado directamente por el productor Nicandro Díaz González para interpretar a Santiago Elizalde en la telenovela Mañana es para siempre, que logró ser todo un éxito mundial. También es recordado por su participación en Lo que la vida me robó, emitida en varias ocasiones en España a través de de Nova, dónde dio vida a Refugio.
