Los eternos y queridísimos Teté y Guille de Los Serrano han vuelto a demostrar que la amistad traspasa todas las barreras del tiempo y el espacio. Han pasado más de diez años desde que alcanzaron la fama con la serie de Telecinco en la que interpretaban a dos adolescentes que pasaban del odio al amor sin apenas darse cuenta. Dos hermanastros destinados a entenderse, dos grandes actores, dos amigos para toda la vida...
Después de salir juntos durante el rodaje de la ficción, Natalia Sánchez y Víctor Elías rompieron, crecieron, cambiaron y maduraron, pero siempre conservaron su amistad. Este par de íntimos amigos ha creado un vínculo indestructible demostrando que la amistad entre un hombre y una mujer es posible siempre que las dos partes lo tengan claro.
A punto de casarse con la exconcursante de OT Ana Guerra, Víctor Elías ha vuelto a ver a Natalia en una cita a cuatro que ha dejado grandes recuerdos para esta bonita familia surgida en un set de rodaje. "No sé cuántos meses llevábamos planeando vernos... ¡Pero sucedió! A las 19:30 Ana y Víctor entraron por la puerta de casa", comienza explicando la protagonista de Sueños de libertad en una publicación de Instagram donde ha mostrado el gran cariño y admiración que siente por su amigo.
Natalia continúa diciendo que la pareja les trajo "un detalle precioso para casa", pero que, sin que su marido Marc Clotet lo sepa, ha decidido llevárselo a su camerino -ese en el que pasa tanto tiempo antes de grabar Sueños de libertad- para "disfrutarlo para mí solita a todas horas". También confesó que, durante su día junto a Víctor y Ana Guerra, tuvo que negociar "algunas cosillas con los peques, lo normal: hora de acostarse, cuántos capítulos de 'dibus' pueden ver... Siempre saben jugar sus cartas cuando estás justo saliendo por la puerta".
Los cuatro amigos también tuvieron tiempo de resolver algunas dudas, ya que la hija mayor de Natalia y Marc le preguntó a Elías si los tatuajes que adornan todo su cuerpo se podían borrar con agua, desatando las risas de sus padres y tíos postizos. Y para rematar un día inolvidable en el que la amistad fue lo más importante, los niños se fueron a la cama y las parejas salieron a cenar. "Nos faltaron horas, pero nos pusimos al día, hicimos planes muy especiales, nos reímos mucho y las 4 horas y media pasaron volando... El tiempo vuela cuando estás a gusto y en familia. Gracias por ser como sois y por el ratito maravilloso".
Justo después, Natalia compartió que la próxima vez que vea a su amigo será en su boda con Ana Guerra: "¡Qué nervios! No estoy buscando vestido para el gran día, estoy buscando proveedor de pañuelos, para la llorera que me espera, tic, tac, tic, tac...". Sin duda, la actriz está muy entusiasmada con el gran evento que unirá a celebridades de toda España, incluso podría asistir la reina Letizia (aunque lo dudamos), ya que es prima de Víctor y el músico y actor ya dijo que no tendría problema en invitarla a su enlace.
Dejando a un lado la boda, la cena de 4 horas y las negociaciones con los niños, lo más divertido de este día de parejas fue el regalo que les hicieron Ana y Víctor a Lía y Neo, los hijos de Natalia. "Les regalaron una batería de juguete y ya les dijimos que, cuando toquen a las 6:30 de la mañana, les vamos a llamar por videollamada para que puedan seguir el progreso musical de cerca".
