Cómo preparar té: tips para que resulte delicioso
Quizá te parezca que preparar té solo consiste en añadir agua a unas hojitas, pero no. No todo basta y si eres fan de esta bebida quizá lo estás preparando mal. Te damos los trucos para disfrutar de todo su sabor.
De primeras, puede parecer que preparar té no tiene dificultad ninguna: coges una bolsita de tu té favorito, la introduces en una taza y añades agua hirviendo de la kettle o en cualquier otro caso, incluso lo calientas en el microondas. Pues no querida, el té no debería prepararse así y es que hacerlo bien resulta todo un arte. Te contamos qué aspectos debes tener en cuenta para hacer un té perfecto.
Elige bien el agua y la temperatura que debe tener
El agua es el elemento esencial para elaborar un buen té. Una infusión, de hecho, se compone en un 95% de agua, por lo que su calidad influirá en el resultado final. Procura que el agua no sea dura, con muchos carbonatos de calcio y magnesio, porque pueden incluso alterar el sabor del té.
Respecto a la temperatura, lo recomendable es calentarla sin dejar que llegue a hervir. Si el agua llegase a ebullición, lo mejor sería dejar que perdiera un poco de calor o añadir un poquito de agua fría. De hecho, y quizá no lo sabías, cada té necesita el agua a una temperatura determinada. Por ejemplo, si es un oolong, un negro o un pu-erh, la temperatura idónea oscilará alrededor de los 95 ºC, y un té verde o blanco, de los 60 a 85ºC. Esto se debe a que sus hojas suelen ser más tiernas y con más cantidad de fenoles.

rellenando bolsita de te
Ojo con el tiempo de infusionado
Eso de añadir las hojas o la bolsita de té y dejarlo ‘hasta que te acuerdes’ debería quedarse en una costumbre del pasado. El tiempo que debemos dejar infusionar va a depender de la cantidad de hojas que añadamos (cuantas más hojas, menos tiempo) y si éstas están o no picadas (si están muy desmenuzadas, menos tiempo). También has de tener en cuenta que. cuanto más caliente esté el agua, menos tiempo de infusionado va a necesitar.
Otro de los aspectos a valorar es la variedad de té con la que contemos. Funciona así:
- Té verde: entre unos 2 y 3 minutos
- Pu-ehr: dependerá si está o no fermentado. En caso afirmativo, necesitará de 4 a 6 minutos y si no lo está, entre 2 y 3.
- Oolong: entre 3 y 5 minutos
- Té blanco: de 3 a 5 minutos
Vigilar la proporción entre té y agua
Para que la infusión nos salga de 10 hemos de tener en cuenta las proporciones de té y agua con las que trabajamos. Hay que conocer el carácter (la temperatura y tiempo de infusión que permite) del té para determinar bien cantidades y temperaturas. Por ejemplo, para 300 ml de agua, lo más aconsejable es colocar unos 4 o 5 gramos de té. Esta cantidad te permitirá servir dos tazas.
El té, mejor solo