3 problemas de las uñas con solución

Las manos y las uñas son partes del cuerpo que están muy a la vista. Ese es uno de los motivos por el que debes mantenerlas en perfecto estado. Si tus uñas son delicadas, se rompen y tienen un aspecto descuidado, no te preocupes; te damos la solución.

Las manos y las uñas son partes del cuerpo que están muy a la vista. Ese es uno de los motivos por el que debes mantenerlas en perfecto estado. Si tus uñas son delicadas, se rompen y tienen un aspecto descuidado, no te preocupes; te damos la solución.

Uñas dañadas

Cómo reconocerlas. Las uñas demasiado secas se rompen o rayan al menor golpecito y resulta difícil mantenerlas en buen estado. El viento y el frío son los causantes del problema, que también puede deberse a la utilización de bases de esmalte de poca calidad y disolventes con acetona que debilitan la queratina, básica en su composición.

Tratamiento. Utiliza un disolvente enriquecido con materia grasa. Por la mañana y por la noche, nútrelas con una crema (aplícala masajeando todo el contorno y también las manos). Después de tres semanas con este tratamiento ya podrás aplicarles un esmalte, poniendo siempre antes una base hidratante rica en vitamina B5 y con algún derivado de calcio humidificador.

Nuestro consejo es que hasta que el problema no esté solucionado lleves las uñas cortas para limitar todo lo posible el riesgo de rotura.

Sin manchas amarillas. El tabaco, el tinte para el pelo o los champús de henna son causas de que las uñas tengan un color amarillo. Un truco para que desaparezca es sumergirlas en un preparado elaborado con medio vaso de agua y tres cucharadas de vinagre. 

Cómo reconocerlas. Suele ocurrir cuando son demasiado finas y se puede deber a una alimentación desequilibrada, carente de vitaminas y minerales. También influyen los largos baños calientes y fregar sin ponerte guantes en las manos.

Tratamiento. Si tienes la costumbre de pasarte horas en la bañera, lo mejor es que lo evites durante un tiempo. Haz una cura reconstituyente con un producto que contenga vitaminas del grupo B y cinc. De esta forma reforzarás tus uñas. Aplícate bases que endurezcan la superficie y cuida también tu alimentación.

Dieta sana. El estado de las uñas y sus problemas puede ser un aviso de algún desajuste interno. En este caso, unas uñas frágiles son una llamada de atención sobre la calidad de la alimentación, sobre todo por las carencias que conlleva.

Un truco casero para las uñas frágiles y quebradizas es partir una cebolla por la mitad e introducir las uñas en ella durante unos cinco minutos. Luego no hay que lavarse las manos en al menos media hora. Si haces esta operación con frecuencia, tus uñas se endurecerán.

Cómo reconocerlas. Las uñas rayadas empiezan a aparecer alrededor de los 30 años y se acentúan con el paso del tiempo. Estas rayas provocan fisuras verticales en zonas donde la uña sea más fina o esté debilitada. El principal problema es el estético y hay que ponerle el remedio adecuado.

Tratamiento. Utiliza una lima multifunción que alisa y saca brillo a las uñas. Cuando las rayas son superficiales es suficiente limpiar la superficie por el lado liso. Para las rayas más profundas utiliza la parte rugosa de la lima, que elimina suavemente las asperezas. Esto elimina los restos de resinas que va dejando el esmalte.

Hasta que las uñas no estén fortalecidas, llévalas cortas y bien limadas. Así no correrás el riesgo de nuevas fisuras.

- De cómo limes tus uñas depende en gran parte su estado. En primer lugar, córtalas con unos alicates especiales, dándoles un corte horizontal que fije el largo que quieres y luego un corte oblicuo a cada lado. Después, límalas en dirección siempre de la raíz a la punta, por los lados y nunca al revés, porque puedes agredir la matriz por donde nace la uña y te crecerían con estrías. Dales una forma más bien ovalada, ancha y nunca en pico.

- Hay veces que, por las labores domésticas, las manos llegan a estar tan deterioradas que ni las cremas son efectivas. Una estupenda receta es la siguiente: 2 cucharadas de jugo de pepino, 3 cucharadas de manteca de cacao y 2 cucharadas de aceite de almendras dulces. Para obtener la crema, funde al baño maría la manteca de cacao, añade el aceite de almendras y el zumo de pepino. Remueve continuamente hasta que quede bien mezclado, deja enfriar en la nevera y aplica sobre las manos con un masaje. Úsalo con precaución, porque el pepino puede hacer dermatitis de contacto

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