El tomate es una es rico en vitaminas A y C y minerales como el hierro, fósforo, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio, es decir, posee elementos que se suelen utilizar en la mayoría de los productos de cosmética. Este se suele emplear principalmente para tratar quemaduras, pieles grasas y acné.
También, incluyendo tomate en las comidas conseguirás equilibrar el pH de tu cuerpo gracias a su acidez, y por tanto las impurezas serán más fáciles de eliminar.
Además de todas estas particularidades, el tomate también posee licopeno, un fitoquímico que tiene la capacidad de regenerar la piel y prevenir las enfermedades o infecciones de la piel.
Así acabarás con el acné

- Corta un tomate por la mitad y aplica una de las mitades por todo el rostro mientras realizas un masaje circular para conseguir que se impregne en la piel. Deja actuar 15 minutos, enjuaga y usa crema hidratante.
- Para reducir el tamaño de los poros, necesitarás cuatro gotas de zumo de limón, algodón y una cucharada de pulpa del tomate. Mézclalo todo y pon a remojar el algodón para posteriormente aplicarlo en la cara.
- Otra opción, es cortar el tomate por la mitad y retira la pulpa. Puedes colocarte esta pasta directamente sobre tu rostro, o puedes mezclarla con un poco de miel para conseguir una hidratación mayor. Déjala actuar unos 5/10 minutos y lávate la cara con agua fría y sécala con un paño limpio.
- Si lo que quieres es conseguir mas suavidad, mezcla esta pulpa con aguacate, y déjala reposar 20 minutos. Sería conveniente que la enjuagases con agua tibia.
- Por último, puedes cortar el tomate en rodajas y apoyarlas sobre tu rostro directamente, presionando para que la piel absorba todo el jugo. Aguanta así de 5 a 10 minutos, lávate con agua fresca y sécate.