Las mujeres a menudo se enfrentan a situaciones incómodas que pueden generar inseguridades o momentos embarazosos. En este artículo, exploraremos las 5 preguntas femeninas más embarazosas que suelen surgir en conversaciones cotidianas. Desde la intimidad hasta la edad, estas preguntas pueden ser difíciles de responder. En cualquier caso, hay que tratar de pensar que se refieren a reacciones físicas o fisiológicas totalmente normales y naturales.
1. ¿Por qué se producen los pedos vaginales?
Esto es algo bastante frecuente que suele resultar muy incómodo para cualquier mujer. Al mantener relaciones sexuales, la excitación que experimenta la mujer hace que la vagina se dilate, por lo que durante el coito puede entrar una gran cantidad de aire. Con la fricción este aire tenderá a salir, produciendo el ruido que se conoce como pedo vaginal, una reacción corporal perfectamente normal. Si sabes la causa por la que puede producirse será más fácil reaccionar sin sentir vergüenza.
2. ¿La vagina se vuelve flácida por mantener muchas relaciones sexuales?
Los músculos y tejidos de la vagina son sumamente flexibles, por lo que se dilatan durante las relaciones sexuales para volver después a su forma habitual, independientemente del número de relaciones sexuales que mantengas. Con la edad se puede perder cierta flexibilidad e hidratación, aunque la genética también tiene mucho que ver. Lo mejor es asumir los cambios físicos que se vayan produciendo en nuestro cuerpo según vamos cumpliendo años, y el cambio en los genitales es uno más de los que tendremos que asumir.
3. ¿Es normal tener pelos en los senos y pezones?
Todo el cuerpo humano está cubierto de vello, salvo algunas zonas muy concretas como las palmas de las manos y los pies o en los labios. Por lo tanto, es normal que también crezcan en la zona del pecho y en torno a los pezones. Esto no es nada raro y no debe preocuparnos.
4. ¿Por qué tengo tantas ganas de ir al baño cuando tengo la regla?
El incremento de la necesidad de defecar al tener el periodo es algo muy habitual. Se debe a las sustancias liberadas durante el proceso de la menstruación, que pueden llegar al intestino, aumentando de esta manera la necesidad de ir al baño con mayor frecuencia. La hidratación y el calor en el vientre pueden paliar este síntoma.
5. ¿Es cierto que podrías defecar durante el parto?
Es totalmente cierto, ya que los músculos que se utilizan para empujar al bebé son los mismos que intervienen en el proceso de ir al baño, a lo que hay que sumar la presión adicional sobre el colon. Habitualmente se usa un enema para ir al baño antes del parto y así no tener que preocuparse por si esto puede suceder, pero a veces ocurre mientras das a luz. Lo que hay que pensar es que en esos momentos tienes entre manos algo mucho más importante de lo que ocuparte. El personal médico que te atiende en el parto está totalmente acostumbrado a que se produzcan este tipo de reacciones fisiológicas mientras se da a luz.
