Cambia de hábitos y entra en el nuevo año sin estrés, siguiendo estos consejos.
A veces, el estrés, ya sea por el trabajo o por situaciones puntuales de nuestra vida, hace que se desajuste todo nuestro entorno.
Ante ello, ¿podemos dejar de lado el estrés o reducirlo para iniciar el año con buen pie? Según Eduard Fernández-Rajal, farmacéutico y director del centro Bangkok Healthy Spa, es posible cambiar nuestros hábitos para estar más relajados y entrar en el nuevo año sin estrés. Basta con seguir estos pasos:
1. El “aquí y ahora”: se trata de organizar el tiempo y priorizar, priorizar y priorizar. Hay que pensar en el “aquí y ahora” e intentar no agobiarse para reducir con ello la ansiedad.
2. Equilibrio entre cuerpo y mente: es importante buscar la calidad de vida y el bienestar para el cuerpo. Se pueden poner en práctica métodos cuyos beneficios sean la relajación al 100 % a través del equilibrio entre mente y cuerpo. Por ejemplo, tratamientos terapéuticos para trabajar zonas que estén en constante tensión provocada por el trabajo y la actividad del día a día.?
3. Deporte y dieta: son dos factores muy importantes para combatir el estrés, y fáciles de aplicar en nuestra vida diaria si le ponemos ganas y fuerza de voluntad. El deporte nos ayuda a combatir la ansiedad porque supone una distracción psicológica, ocupa nuestro tiempo y nos hace sentir bien con nosotros mismos. Además, físicamente nos ayuda a liberar endorfinas del cerebro, lo que supone un gran alivio de tensiones. Después de practicarlo, tenemos una relajante sensación de satisfacción y bienestar. También una buena, sana y equilibrada, hará que nuestro organismo funcione mejor y con menos estrés.
4. Actitud positiva: desde Bangkok Healthy Spa comentan que una actitud positiva es la clave ante las tensiones. Una persona alegre es una persona dispuesta a hacer lo que sea necesario para combatir el agobio y una actitud positiva siempre será el camino correcto para encontrar formas de aliviar nuestro estrés y darnos cuenta de que muchas veces el origen del mismo es irracional, nace en nuestra cabeza y nosotros mismos lo alimentamos con pensamientos negativos y sin sentido.
5. No ofuscarse con los obstáculos: en ocasiones, obsesionarse con un objetivo o trabarse por no conseguirlo puede llevar a que nos agobiemos y que ese malestar afecte a todo nuestro alrededor. Por eso lo mejor es buscar nuevas formas para lograr esa meta y ser paciente para que su consecución no nos provoque fatiga.