Durante la vida pueden suceder muchas cosas que nos lleven a encontrar el amor, a disfrutar de nuestra soledad o a desenamorarnos de la persona con la que íbamos a estar toda la vida. El amor es un sentimiento que está vivo y fluye en cualquier etapa, porque nunca es demasiado tarde para tomar la iniciativa y comenzar nuevas aventuras sentimentales. Hemos hablado con el psicólogo experto en atracción personal Hugo Hernández, y nos ha asegurado que ligar cuando somos más mayores no es una tarea imposible. Nos trae tres puntos clave psicológicos que tenemos que trabajar a fondo para que cojamos soltura a la hora de ligar.
A lo largo de nuestra vida experimentamos lo que se conoce como amor, "un sentimiento intenso del ser humano que necesita y busca el encuentro y unión con otro ser", según la RAE. Durante los años nos encontraremos con este sentimiento que se podría pensar que sólo lo encuentran los jóvenes. Pero a partir de los 50 también se puede encontrar el amor y seguir ligando. Según Hugo Hernández, psicólogo experto en atracción personal, es posible ligar sin necesidad de aplicaciones de citas y con 3 competencias psicológicas que hay que trabajar para disfrutar de una vida afectivo-sexual plena. Hablamos con él para que nos cuente más en profundidad sobre cómo es ligar a partir de los 50.
¿Es más fácil ligar a los 20 que a los 50?
Efectivamente. Con el paso de los años se vuelve más complejo encontrar pareja y se debe por distintas causas. El nivel de exigencia es mayor. A los 20 años nos da igual 8 que 80, somos muy poco selectivos con lo que buscamos en otras personas porque nuestra identidad no se ha consolidado todavía. Sin embargo, a medida que pasan los años, vamos forjando una personalidad, integrando unos valores, afianzando unos hábitos y cronificando unas manías.

La edad nos hace más únicos y eso tiene consecuencias. Algunas positivas y otras negativas. Al conocernos mejor a nosotros mismos escogeremos mejor a nuestras parejas afectivo-sexuales, lo cual va a evitarnos un desgaste emocional innecesario y va ahorrarnos un tiempo precioso. Aunque, cuanto más nos diferenciamos del resto, más complejo se vuelve encontrar a una persona compatible. Al volvernos más selectivos, reducimos la lista de candidatos y/o candidatas considerablemente.
También debemos fijarnos en que el momento vital de una persona de 20 no tiene mucho que ver con una de 50. La joven está experimentando en lo afectivo-sexual, ya que todavía estamos averiguando qué tipo de relación encaja mejor con nosotros. En la mediana edad, no suele haber una inclinación acentuada hacia nuevas experiencias, sino responsabilidades como el trabajo, la familia y las obligaciones, dificultando la tarea de conocer a gente nueva.
Este cambio de prioridades disminuye enormemente la cantidad de tiempo y de energía disponibles para buscar una relación. Y claro, cuando la mayoría de personas de tu rango de edad apenas disponen de tiempo para socializar, sucede que el número de ambientes donde conocer gente nueva se reduce drásticamente.
¿Qué 3 trucos son infalibles para comenzar a ligar?
No soy mucho de ofrecer trucos, creo que uno de los problemas de la sociedad de la inmediatez en la que vivimos es que buscamos soluciones rápidas para problemas complejos. Estas soluciones solo nos sirven para atacar el síntoma, pero nunca el problema que hay de base.

Para ligar no hay que dar con técnicas, herramientas o trucos, tienen otro origen y es eso lo que hay trabajar. Si te parece, voy a hablarte sobre las 3 competencias psicológicas que debemos trabajar en profundidad si queremos disfrutar de una vida afectivo-sexual plena y ligar con soltura.
- La autoestima es como un tráiler de una película, si nos interesa, querremos ver la película completa. Una autoestima sólida nos genera interés y alimenta nuestras ganas de invertir tiempo en conocer a la otra persona.
- Las habilidades sociales son herramientas interpersonales que cuanto más entrenemos, mayor será la cantidad de situaciones que podamos resolver con soltura y de manera satisfactoria.
- La ansiedad social se refiere al temor al rechazo. El miedo a ser rechazados por los demás se encuentra tatuado en nuestro código genético. Y, de hecho, una ansiedad social adaptativa es bastante beneficiosa dado que nos proporciona los niveles de alerta suficientes para medir nuestras acciones y nuestras palabras, de manera que evitemos meter la gamba con los demás. Pero una ansiedad social excesiva dispara nuestros niveles de alerta y provoca que seamos incapaces de interactuar con naturalidad y espontaneidad.
¿Por qué las personas a una cierta edad tienden a tirar la toalla en lo que al amor se refiere?

El incremento de las trabas y dificultades puede provocar que muchos pierdan la esperanza. En mi experiencia profesional, la mayor parte de la gente no se rinde y tiene una actitud bastante proactiva dentro de sus posibilidades. Todos hemos escuchado aquello de que “el amor no se busca, simplemente llega” o que “si tiene que ser será”. Pareciera que basta con tumbarnos en el sofá de nuestra casa a ver Netflix y esperar que el amor toque a nuestro timbre para anunciarnos que se ha encargado de traer las palomitas.
"Con el trabajo y esfuerzo necesario, alcanzar la plenitud afectivo-sexual es posible"
Sin embargo, me he dado cuenta de que la tendencia está cambiando. La gente está asumiendo cada vez más la responsabilidad de sus relaciones, entendiendo la importancia de trabajar cosas como la autoestima, la inteligencia emocional o las habilidades sociales.
Hace 10 años, cuando comencé a hacer terapia y a impartir formaciones sobre seducción, la gente tenía rechazo a contar que estaba buscando ayuda en este ámbito. Hoy en día, cada vez son más las personas que entienden que para lograr resultados, hace falta poner trabajo.
¿Tenemos la misma atracción a los 50 que a los 20?
La atracción interpersonal cambia con la edad, pero no necesariamente disminuye. A los 20, la atracción puede basarse más en factores físicos y químicos, con las hormonas, las feromonas y el físico jugando un papel protagónico en el proceso.

A los 50, la atracción está más influenciada por la compatibilidad emocional, los intereses comunes y la estabilidad. En este momento la gente no suele estar motivada por probar cosas nuevas o hacer experimentos, sino por buscar a alguien con quien poder construir un proyecto común.
La chispa suele transformarse, de un fuego abrasador a una llama más constante y cálida. Mientras que en la adolescencia buscamos la intensidad del incendio, en la adultez tendemos a preferir las acogedoras lumbres de la chimenea.
¿Crees en las aplicaciones de citas para encontrar tu media naranja?
La idea de la media naranja no es más que otra construcción fantasiosa acerca de las relaciones. Una herencia del romanticismo que más nos valdría desmitificar cuanto antes, ya que nos hace creer que somos seres incompletos que requieren de la pareja para estar en harmonía. Y, por si hiciera falta señalarlo, esto no es así en absoluto.
Tampoco creo en las apps como una solución viable para encontrar relaciones saludables y significativas. Por supuesto que puede surgir el amor en las apps, y yo creo que todos conocemos historias de amor que comenzaron con un match, pero al final son un negocio que requiere de la gente para funcionar y si la gente encuentra el amor, su fuente de ingresos se va.

En mi práctica profesional como psicólogo especializado en seducción, no dejo de ver casos de personas que se enganchan a estas apps, las instalan en sus móviles y empiezan a abrirlas cada dos por tres, casi de manera inconsciente, cuando se aburren o cuando el cuerpo les pide un buen chute de dopamina.
Las apps de citas tienen la capacidad de erosionar seriamente nuestra autoestima, de atrofiar nuestras habilidades sociales y de deshumanizar nuestros vínculos.
En resumen, hay que tener un ajuste psicológico óptimo y la cabeza muy bien puesta para poder sacar provecho de las apps de citas sin sufrir sus múltiples efectos adversos. Por eso, yo solo aconsejo su uso a mis pacientes cuando ya estamos en las últimas etapas del proceso terapéutico y ya cuentan con una autoestima sólida y una óptima competencia social.
¿La salud mental está relacionada con la acción de ligar?
¡Vaya que sí! Contamos con bastante evidencia al respecto, que las dificultades en el terreno de la seducción pueden y suelen provocar un deterioro de la salud mental y de la adaptación social del individuo.
Tener dificultades para ligar afecta y mucho a nuestro bienestar. Por eso conviene darle la importancia que merece en nuestras vidas. Tener soltura para conocer y atraer a las personas que nos atraen trae consigo múltiples beneficios para nuestra autoestima, nuestro ajuste psicológico y nuestra felicidad. Además, también perjudican la calidad de nuestras relaciones, provocando que no emparejemos con personas menos compatibles y nos conformemos con relaciones menos satisfactorias.